"No estamos contentos con el casamiento ilegítimo entre El Cairo y Tel Aviv", dijo el dirigente del grupo fundamentalista islámico en una entrevista con el periódico pan-árabe Al Quds al Arabi, editado en Londres.
"Los líderes del régimen están bien al tanto que cuando lleguemos al poder muchas cosas cambiarán en Egipto, empezando por las relaciones con Israel, que nos hacen mucho daño".
"No permitiremos que los palestinos se mueran de hambre; mientras les cerramos las puertas y los israelíes entran al Sinai cuando quieren".
El líder de los Hermanos Musulmanes manifestó que hay tres fuerzas que no quieren que su organización gane las elecciones: EEUU, Israel y el régimen de Egipto que "llevan adelante una guerra contra el pueblo egipcio, conducido por nuestro movimiento".
Los Hermanos Musulmanes no tienen prácticamente posibilidades de ganar las elecciones parlamentarias en el "Don del Nilo", como llamaba el historiador Herodoto a Egipto.
En las últimas semanas, la policía y bandas armas dispersaron las concentraciones realizadas por los candidatos de los Hermanos Musulmanes, y más de mil activistas fueron detenidos.
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