viernes, 28 de julio de 2017

¿PREDESTINACIÓN O LIBRE ALBEDRÍO? II PARTE

Continuamos con la segunda parte y final del estudio sobre la Doctrina de la predestinación.

La ola reformadora que surge a partir del siglo XVI dio grandes nombres que han quedado escritos en las páginas de la historia, Juan Calvino es uno de ellos y uno de los más importantes en la reforma, Calvino vendría a establecer muchas de las doctrinas que hasta nuestros días profesan los cristianos protestantes, dentro de la cual se encuentra la Doctrina de la Predestinación, respecto de la cual señala en su escrito la Institución Cristiana lo siguiente:  
   
“Llamamos predestinación el decreto eterno de Dios con el cual estableció lo que ha de hacer cada uno de los hombres, puesto que no todos fueron creados con las mismas condiciones, sino que algunos fueron destinados a la vida eterna y otros a la eterna condenación Por tanto, según el fin para el cual el hombre es creado, decimos que está predestinado a vida o a muerte”.[1]  


Esta doctrina calvinista nos enseña que Dios a través de un decreto eterno estableció de antemano quienes están destinados para la salvación o para condenación, por lo tanto según aquello, es bastante poco lo que los seres humanos podían realizar para cambiar su destino, como todas las doctrinas surgidas en el cristianismo se asegura que está tomada de las páginas bíblicas, lo cierto es que prácticamente la totalidad de sus doctrinas sean católicas, o protestantes provienen del pensamiento de los hombres, y muy poco tienen que ver con las verdades bíblicas, aun cuando se basen en versículo bíblicos para justificar su posición, pero como todas ellas siempre están fuera de su contexto, debemos entender según lo vimos en la profecía de Amos que esto es un castigo de YHVH, así quedó establecido en su palabra, aquellos tendrían hambre de la palabra de Dios, y la buscarían a través de todos los rincones de la tierra, pero no la hallarían; si nos dedicamos a estudiar las doctrinas cristianas, podemos comprobar que esta palabra de YHVH se ha cumplido incuestionable, lo que ha llevado a esta institución religiosa que poco tiene de bíblico por campos espinosos y desolados. 

En la mayoría de los casos las doctrinas practicadas por el cristianismo son trozos tomados de las escritura pero sacados de todo su contexto, para dar una interpretación, que en muchos casos, si se toman de manera independiente parecieran tener cierta coherencia y fundamento, esta doctrina de la predestinación ciertamente no aparece por ninguna parte en el Antiguo Testamento, y el que no aparezca nos dice mucho, sólo encontramos algunas menciones de Pablo en sus cartas a los Romanos, a los Corintios y a los Efesios, no hay más mención de esta palabra que justifica una doctrina que tomo una relevancia que excedió a los ámbitos religiosos, y que hoy continua disfrutando de plena salud, tanto que ha invadido a la mayoría de las iglesias protestantes y que les da el fundamento para sus erróneas doctrinas, leamos los pasajes donde se hace mención a la predestinación:

“Porque a los que de antemano conoció, también los predestinó a ser hechos conforme a la imagen de su Hijo, para que El sea el primogénito entre muchos hermanos; y a los que predestinó, a ésos también llamó; y a los que llamó, a ésos también justificó; y a los que justificó, a ésos también glorificó” (Romanos 8:29-30).

“Más hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria” (1 Corintios 2.7)
“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad” (Efesios 1:3-5)

En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad, a fin de que seamos para alabanza de su gloria, nosotros los que primeramente esperábamos en Cristo” (Efesios 1:11-12)
La palabra predestinar proviene de la palabra griega Proorizo, cuyo significado es “limitar de antemano”, “predeterminar”, “determinar antes”, según estos versículos pareciera que Calvino estaba en lo correcto en su afirmación, y es justamente aquí donde está el peligro en la infinidad de interpretaciones bíblicas, si desconocemos el contexto en el cual están señaladas podemos darle el sentido que nos parece más lógico, equivocando nuestro camino rotundamente.

A través de los estudios que hemos realizado, sobre todo los que hemos denominado Las raíces de nuestra fe, se ha explicado el tránsito de Israel por la historia y su relación con YHVH, es Israel el pueblo que ha sido elegido y no otro, a través de Israel todas las naciones de la tierra serán bendecidas, sin embargo su destino fue el destierro, por su desobediencia, por su infidelidad, porque ellos invalidaron el pacto, como señalan algunos para justificar ciertas posturas, el Señor envió a sus profetas para advertirles de su destino si no enmendaban su camino, pero Israel no escucho a su Dios, y YHVH los expulsó de su presencia lo que esta descrito en 2 de Reyes17:1-23, el profeta Oseas señala a Israel que los expulsaría y los esparciría por la tierra, que no tendría más misericordia de ellos y que no serían más su pueblo, de esta manera YHVH deja sólo a Judá pero Israel es expulsado y se pierde entre las naciones, perdiendo también su identidad y su herencia, y lo que es peor Israel muere sin la presencia de su Dios, sin embargo es el propio profeta Oseas, cuyo significado de su nombre es salvación, al igual que el nombre del Mesías, Yahoshua (la salvación de YHVH) , es quien profetiza lo siguiente:

“Con todo, será el número de los hijos de Israel como la arena del mar, que no se puede medir ni contar. Y en el lugar en donde les fue dicho: Vosotros no sois pueblo mío, les será dicho: Sois hijos del Dios viviente” (Oseas 1:10) 



Así quedó establecido por nuestro Dios, y es al profeta Ezequiel a quien YHVH le muestra la resurrección de su pueblo Israel, que se había perdido, pero que en el futuro sería encontrado y volvería a la vida:

“La mano de YHVH vino sobre mí, y me llevó en el Espíritu de YHVH, y me puso en medio de un valle que estaba lleno de huesos. Y me hizo pasar cerca de ellos por todo en derredor; y he aquí que eran muchísimos sobre la faz del campo, y por cierto secos en gran manera.

Y me dijo: Hijo de hombre, ¿vivirán estos huesos? Y dije: Señor YHVH, tú lo sabes. Me dijo entonces: Profetiza sobre estos huesos, y diles: Huesos secos, oíd palabra de YHVH. Así ha dicho YHVH el Señor a estos huesos: He aquí, yo hago entrar espíritu en vosotros, y viviréis. Y pondré tendones sobre vosotros, y haré subir sobre vosotros carne, y os cubriré de piel, y pondré en vosotros espíritu, y viviréis; y sabréis que yo soy YHVH. Profeticé, pues, como me fue mandado; y hubo un ruido mientras yo profetizaba, y he aquí un temblor; y los huesos se juntaron cada hueso con su hueso.

Y miré, y he aquí tendones sobre ellos, y la carne subió, y la piel cubrió por encima de ellos; pero no había en ellos espíritu. Y me dijo: Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre, y di al espíritu: Así ha dicho YHVH el Señor: Espíritu, ven de los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos, y vivirán. Y profeticé como me había mandado, y entró espíritu en ellos, y vivieron, y estuvieron sobre sus pies; un ejército grande en extremo.

Me dijo luego: Hijo de hombre, todos estos huesos son la casa de Israel. He aquí, ellos dicen: Nuestros huesos se secaron, y pereció nuestra esperanza, y somos del todo destruidos. Por tanto, profetiza, y diles: Así ha dicho YHVH el Señor: He aquí yo abro vuestros sepulcros, pueblo mío, y os haré subir de vuestras sepulturas, y os traeré a la tierra de Israel. Y sabréis que yo soy YHVH, cuando abra vuestros sepulcros, y os saque de vuestras sepulturas, pueblo mío. Y pondré mi Espíritu en vosotros, y viviréis, y os haré reposar sobre vuestra tierra; y sabréis que yo YHVH hablé, y lo hice, dice YHVH”. (Ezequiel 37:1-14).

Lo que se conoce como Nuevo Testamento es el relato de la restauración de ese pueblo que estaba muerto, cuyo Mesías venía para darle vida, y el Apóstol Pablo es enviado a ese pueblo que se había extraviado por su desobediencia

“El Señor le dijo: Ve, porque instrumento escogido me es éste, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel” (Hechos 9:15)


Todas las palabras registradas en el Nuevo Testamento (Brit Hadasha) están dirigidas a ese hijo pródigo que se extravió, que se fue tras los deleites, que perdió su herencia, que estaba muerto, pero que el Señor no olvidó, en el Antiguo Testamento (Tanaj) no encontramos palabras referidas a una predestinación, porque su hijo amado Israel estaba con él, el Nuevo Testamento es la restauración de ese pueblo, de aquellos que estaban predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad, no podemos desasociar el concepto principal de las escrituras para darle un sentido totalmente ajeno a las escrituras, Calvino entendió lo referente a la predestinación conforme a su pensamiento humano, desapegado de las escrituras, sin la comprensión de lo que significa; es el pueblo de Dios, Israel, quien tiene un destino determinado por YHVH, a eso se refiere Pablo en su carta a los Romanos, en su carta a los Efesios a quien les señala:

Por tanto, acordaos de que en otro tiempo vosotros, los gentiles en cuanto a la carne, erais llamados incircuncisión por la llamada circuncisión hecha con mano en la carne.
En aquel tiempo estabais sin Cristo (Mesías), alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo.
Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo.
Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos (Judá e Israel) hizo uno, derribando la pared intermedia de separación,
aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos (Judá e Israel) un solo y nuevo hombre, haciendo la paz,
y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos (Judá e Israel) en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades.
Y vino y anunció las buenas nuevas de paz a vosotros que estabais lejos, y a los que estaban cerca (Judá e Israel). (Efesios 2:11-17)

El apóstol Pedro se refiere a lo mismo, hace mención de aquel pueblo que dejó de ser pueblo, pero que ahora mediante la muerte del Mesías alcanzaban misericordia, y volvían a ser pueblo de Dios, porque estaban predestinados para ello, Pedro inicia su carta mencionando a quienes se las dirige, Pedro, apóstol de Jesucristo, a los expatriados de la dispersión (Israel) en el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia y les señala:

Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia (Oseas 1)” (1 Pedro 2:9-10).

Podemos seguir argumentando sobre quiénes son los predestinados, pero me parece que queda claro con lo que se ha expuesto, y que nada tiene que ver con la doctrina calvinista de la predestinación, doctrina que sirvió para objetivos bastante más mundanos que espirituales, el calvinismo sirvió de fundamento para el sistema económico que pasaría a dominar la época contemporánea, me refiero al capitalismo, si como lo lees, el calvinismo es lo que dio el sustento para el auge del capitalismo, con todo lo que ello significa. Así como el catolicismo respaldó y sustentó el feudalismo, al considerar que era Dios quien otorgaba el poder a los reyes y a los señores feudales, sistema que el pueblo medieval no se atrevió a cuestionar, el calvinismo al considerar que la señal de quienes estaban predestinados para la salvación sería su prosperidad económica, dio rienda suelta para que los mercaderes expandieran sus negocios e hicieran crecer su economía, recordemos que en la Edad Media, la usura era considerada un pecado y eso impedía la extensión del comercio, contrariamente a lo que ocurriría en la época moderna, aun cuando es correcto que la Biblia sanciona las practicas económicas abusivas, como lo señalan sus páginas:

Quien su dinero no dio a usura, Ni contra el inocente admitió cohecho. El que hace estas cosas, no resbalará jamás”. (Salmo 15:5)
“…al pobre y menesteroso oprimiere, cometiere robos, no devolviere la prenda, o alzare sus ojos a los ídolos e hiciere abominación, prestare a interés y tomare usura; ¿vivirá éste? No vivirá. Todas estas abominaciones hizo; de cierto morirá, su sangre será sobre él”. (Ezequiel 18:12-13)
El miedo medieval al castigo divino evitó la expansión de las relaciones comerciales como las conocimos más adelante, la solución religiosa para quienes comerciaban en la Edad Media fue el Purgatorio, pues al dedicar su vida al comercio y sacar ganancias de ello, se estaba cometiendo pecado, y al morir con ese pecado lo que le aguardaba era el castigo eterno, para acceder a la redención encontraron la genial idea de inventarse un lugar donde expiar sus pecados de usura, para de esa manera limpiarse de ellos e ingresar sin pecados al cielo, este lugar sería conocido como el Purgatorio. La Doctrina de la Predestinación, vino a cumplir una función fundamental en el desarrollo del mundo moderno y en el abandono del mundo medieval hacia la aceleración del desarrollo comercial que experimentaría el mundo a través del capital económico que comenzaba a acumularse sobre todo con la explotación de las colonias de ultramar de las nacientes potencias europea que habían salido a conquistar el mundo, la Doctrina de la Predestinación quitaría esta idea de pecado sobre la usura, está ya no sería pecado, ahora la prosperidad económica significaría todo lo contrario, significaba una señal de quienes eran los elegidos, para aquellos que, según Calvino, eran los elegidos para la salvación, contrariamente quienes padecían pobreza y otras privaciones era señal de su condenación. Hasta nuestros días ha existido alguna tendencia sobre aquellos países con una orientación protestante que han logrado un desarrollado de su economía en desmedro de aquellos de mayoría católica, que se puede estimar que tienen una tendencia de no desarrollar de igual manera su economía por lo que se han constituido como subdesarrollos, por lo que da la impresión que aquellos países que han seguido la doctrina calvinista cuentan con la bendición de Dios. Las iglesias evangélicas contemporáneas han caído en el mismo error, y han confundido la prosperidad económica con la bendición y salvación de Dios, sin embargo el mensaje de YHVH es contundente:

Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo. Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas. (Apocalipsis 3:17-18)



Las consecuencias de esta doctrina se va a sentir en el desarrollo de nuestro tiempo, donde los hombres han pasado de la búsqueda de la plenitud espiritual a la búsqueda de la plenitud económica, la prosperidad económica va a darle sentido a la existencia de los hombres y junto con ello los va a sumergir en el absoluto vacío existencial. El hombre definitivamente se ha dejado engañar y seducir por un discurso que ha pasado a dominar todos los aspectos de nuestra vida, y que a la luz de iglesias contemporáneas tiene su raíz en la bendición Dios, pero la iglesia ignora que tan sólo se han constituido como voceros del discurso capitalista dominante que resultó vencedor en la pugna por el poder mundial al finalizar la guerra fría frente a su contendor comunista.

Los resultados y consecuencias de la Doctrina de la Predestinación y también del libre albedrio, los podemos sentir hoy en toda nuestra sociedad, la libre elección por su parte que nació como una forma de oponerse a la doctrina calvinista también tuvo sus frutos y vemos las consecuencias en una sociedad que ha tomado su libre elección, pero que no ha sido la mejor para el desarrollo del hombre. Podemos determinar algunas consecuencias de la predestinación hoy día, como por ejemplo que la calidad de vida de nuestra sociedad hoy este determinada por los indicadores económicos como sentido de nuestra existencia, esto ha llevado a su vez que quienes guíen nuestros destinos políticamente se sienten una clase privilegiada al gozar del poder y del dinero, que según lo que nos enseña la Doctrina de la Predestinación, sería consecuencia de la bendición de Dios, en desmedro de las clases inferiores, a quienes dominan y que sufren privaciones, enfermedades y pobreza, y que según esta doctrina estarían fuera de la bendición de Dios, y que por lo tanto bajo el dominio de aquellos “bendecidos por Dios”. La iglesia evangélica se encuentra hoy embriagada con este discurso, cegada por una doctrina de la prosperidad que es hija de la doctrina calvinista y que mantiene en el engaño a todo un pueblo que no sabe que es desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo, según lo que señala el Señor en su mensaje a Laodicea.

El libre albedrío lo hemos dejado algo de lado en este estudio debido a que las consecuencias de la libre elección de los hombre y por los caminos que esta los ha llevado, es un trabajo que realizamos en extenso en el estudio que hemos denominado “La Muerte de Dios”, y que te motivamos a que lo analices después de este análisis.

Hay un pueblo que está predestinado, y ese es Israel en su totalidad, Judá e Israel (Efraín), porque es el pueblo que YHVH ha elegido, un pueblo que por su desobediencia dejó de ser pueblo, pero que ahora, a través de nuestro Mesías vuelve a ser pueblo de Dios, un pueblo que en otro tiempo no había alcanzado misericordia, pero que ahora hemos alcanzado misericordia, es verdad somos libres de elegir, sin embargo nuestro Mesías nos señala:

Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano” (Juan 10:27-28)

Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham. Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido”. (Lucas 19:9-10)

Que la bendición de Adonai, este sobre ti.

Gabriel Elías

PARTE I



[1] Calvino, Juan, Institución Cristiana, Capitulo XIV N°5

jueves, 27 de julio de 2017

¿PREDESTINACIÓN O LIBRE ALBEDRÍO?



¿Predestinación o libre albedrío? ¿Estamos predestinados hacia la salvación o condenación de antemano, o tenemos el poder de elegir nuestro destino?, estos son temas que han motivado amplias discusiones teológica y hasta nuestros días continúan las disputas en la amplia diversidad de Iglesias existentes en la actualidad. Las diversas posturas no llegan a consenso, y difícilmente llegarán a uno debido a que las iglesias cristianas han soslayado un tema fundamental frente al cual continúan ciegos, la iglesia se ha olvidado de las raíces que dieron origen a los textos bíblicos y mientras no reconozcan o desconozcan esta realidad, difícilmente llegarán a un punto de encuentro y continuarán en discusiones que no los llevarán hacia ninguna parte. Esto es para que se cumpla la palabra de YHVH, como lo hemos estudiado en artículos anteriores, el castigo de YHVH es que permanecerían cegados tal como lo señaló el profeta Amos He aquí vienen días, dice YHVH el Señor, en los cuales enviaré hambre a la tierra, no hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír la palabra de YHVH. E irán errantes de mar a mar; desde el norte hasta el oriente discurrirán buscando palabra de YHVH, y no la hallarán” (Amós 8:11-12). La palabra de YHVH no se equivoca, y así se ha cumplido hasta hoy.

Predestinación y libre albedrío son doctrinas que nacen junto a la reforma protestante de la mano de Juan Calvino y de Jacobo Arminio respectivamente, como respuesta esta última a la doctrina de la predestinación, a partir de entonces millones de creyentes han abrazado una u otra creencia, pero como todos los temas que hemos ido analizando en este espacio, es necesario analizar el origen de esta creencia y lo más importante, si está acorde a lo que nos enseñan las escrituras. Para comprender este concepto resulta absolutamente necesario sumergirnos en la historia, retroceder en el tiempo y comprender las alcances de estas creencias, vamos al análisis.

Las principales doctrinas nacidas en el cristianismo, si bien parecieran estar tomadas de las páginas de la Biblia, y así lo creen la gran mayoría de los creyentes, la mala lectura de ella hizo que estas doctrinas nacieran del pensamiento de los hombres y muy lejos del corazón de YHVH, y de acuerdo a intereses no solo religiosos, sino que también a intereses políticos y económicos, y muy lejos del verdadero sentido que poseen las escrituras. Es bien sabido que la lectura de las escrituras al principio de la era cristiana y hasta bien entrada la edad moderna, estaba absolutamente restringida, por lo que su comprensión e interpretación estaba reservada sólo a una pequeña elite quienes eran los encargados de discernir y contender entre las diversas corrientes surgidas por las doctrinas que triunfarían en esta carrera por obtener la hegemonía en un tema tan fundamental como lo es el desarrollo del poder y donde la religión juega un rol fundamental, desde la partida de los apóstoles inmediatamente se introdujeron herejías que facilitaron un viraje absoluto en la orientación correcta de la fe dada originalmente a los santos, el sentido de la fe original poco a poco fue recibiendo influencias provenientes de otros pensamientos y de otras religiones, credos que se fueron fusionando hasta generar un cuerpo de creencias totalmente ajena de aquella que debimos seguir, según lo establecido por los patriarcas, los profetas y los apóstoles. 

Aquella fe que era de origen hebreo fue perdiendo sus raíces y adoptando una fisionomía absolutamente occidentalizada, muy lejos de aquella que la vio nacer, con lo que se fue perdiendo el verdadero significado de todo aquello que nos legaron los escritores de los diversos libros que componen aquel cuerpo que hoy conocemos como la Biblia. Con la mirada occidental que se le imprimió a la Biblia se hizo muy difícil comprender muchas de las palabras, de las acciones, de los rituales y de los significados que estaban establecidos en sus líneas, quedando en el olvido el sentido original que ahí había quedado plasmado. Pensemos en como cada una de las costumbres de los diversos países en los que habitamos perderían su esencia y su sentido si se le aplica la cultura de otro rincón del mundo completamente ajeno a nosotros, lo más probable es que al no ser capaz de comprender ciertos códigos que nosotros manejamos y que para ellos resultarían completamente extraño, se le apliquen las costumbres que a ellos les son familiares, con lo que se va perdiendo el sentido original, reemplazándolo con lo que es comprensible para ellos. Esto es lo que le ocurrió a las escrituras y con el paso de los siglos su esencia original se fue perdiendo completamente y fue reemplazada por una mirada occidental que muy poco tenía que ver con su sentido original.

El cristianismo nace al alero del Imperio Romano y bajo la creencia de que Jesús vino a fundar una nueva religión que nos llevaría hacia Dios, una creencia distinta nacía respecto de aquella que practicaban aquellos “detestables judíos” que habían rechazado al Mesías y le habían dado muerte, aquel cristianismo que conocemos hoy debió sortear una inmensidad de lecturas que fueron naciendo producto de interpretaciones o de nuevas revelaciones que recibían los nuevos “profetas” o líderes de los diversos grupos religiosos que nacieron en los primeros siglos y antes de su consolidación como religión oficial del Imperio Romano, y por supuesto cada una de ellas poseían la convicción de ser la verdadera y más fiel seguir del mensaje de Jesús, grupos como los montanistas, los ebionitas, marcionistas o el gnosticismo por mencionar algunos de los más importantes, generaron una gran cantidad de doctrinas que se fueron introduciendo para entregar una interpretación y una nueva manera de comprender aquellos misterios que nos dejaban planteados los escritos bíblicos, detallar cada postura daría origen a un estudio independiente de este, lo que nos interesa en este estudio es dejar de manifiesto que el cristianismo que hoy conocemos recibió la influencia de diversas fuentes que fueron otorgándole el aspecto con el que hoy lo conocemos, pero esta amplia gama de creencias, también rivalizaba con otras creencias provenientes de otros rincones del Imperio, como la religión egipcia, babilónica, el mitraismo, el maniqueísmo, entre otras; lo cierto es que las creencias de todas estas corrientes se fueron mezclando hasta que finalmente y después de duras disputas principalmente después de la discusión entre las corrientes arrianas y la de Atanasio, es que se llama al Concilio de Nicea por el emperador romano Constantino en el año 325, para establecer las doctrinas de la religión que dominaría al Imperio, es en este Concilio en Nicea donde triunfa la visión trinitaria en desmedro de la arriana de la unicidad de Dios, con lo que nace y se consolida lo que hoy conocemos como Iglesia Católica Apostólica y Romana, que es el fruto de la fusión de la diversidad, no solo de las distintas posturas dentro del cristianismo, llamado primitivo, sino también de las otras religiones que se disputaban el predominio al interior del Imperio.



Con esta magistral jugada, Constantino buscaba consolidar su poder después de la guerra civil frente a su rival, el General Magencio, por el control del Imperio occidental y posteriormente derrotando a Licinio, quien dominaba el lado oriental del imperio, de esta manera Constantino logra reunificar el Imperio bajo su poder, y con el apoyo de un grupo que se había hecho mayoritario en la mayoría de los rincones de los extensos territorios romanos, los cristianos. De esta manera, Constantino obtenía el poder político, religioso y militar, por lo que su decisión por el cristianismo estuvo muy lejos de tratarse de una señal proveniente del cielo que le permitió ganar su batalla en el puente de Milvio ante el General Magencio su rival por el trono romano, a partir de ese momento el cristianismo niceno, se consolida y años más tarde bajo el gobierno de Teodosio el Grande se convierte en la religión oficial del Estado, mediante el Edicto de Tesalónica en el año 380, con lo que se convierte en universal, es decir, en católico. De esta manera las raíces originales de la fe de las que nos hablaron los profetas, Jesús y los apóstoles quedaban olvidadas y desacreditadas por una religión que iba dominar por los próximos dos mil años.

Con la caída del Imperio Romano de occidente en el 472, el poder papal se va a ver disminuido, el poder político que lo sostenía se había derrumbado para siempre, el poder se va a afianzar en Constantinopla, que pasa a tener la preeminencia en la cristiandad, una posición de privilegio en desmedro de Roma, pues en el lado oriental el Imperio continuaba fortalecido, el Papa romano tuvo que jugar sus cartas políticas y establece alianzas con el pueblo bárbaro más fuerte de los que se habían repartido los despojos del Imperio Romano después de su desplome y que se había establecido en la antigua Galia, los Francos. El papado necesita de un poder político y lo encuentra en ellos y en su líder quien se convierte al catolicismo junto a todo su ejército, el Rey Clodoveo también  afianzaba su poder y establece su autoridad sobre los demás pueblos dominados en el nombre de Dios, de igual manera sus descendientes gobernarían por mandato divino consolidándose el poder franco bajo el reinado de Carlomagno.



La Iglesia Católica se convertiría en la gran señora que tendría la hegemonía absoluta por casi mil años y sentaría las bases de un sistema social, económico y político como fue el feudalismo, que se validaba a través del cristianismo católico. La Edad Media se había constituido en un período demasiado extenso pero los tiempos estaban cambiando, “era evidente que la antigua iglesia medieval, la sociedad total que se remontaba a los tiempos carolingios, estaba desintegrándose… Johann Geiler, de Estrasburgo, uno de los últimos grandes predicadores de la Edad Media, había pronosticado la disolución en su último sermón ante el emperador Maximiliano: ”Puesto que ni el Papa ni el emperador o los reyes o los obispos están dispuestos a reformar nuestra vida, Dios enviará un hombre con ese fin. Abrigo la esperanza de ver ese día…pero soy demasiado viejo. Muchos de vosotros lo veréis; y cuando llegue el momento os ruego que penséis en estas palabras[1]. Efectivamente el orden establecido a través del Concilio de Nicea en el año 325 finalmente se rompería ante la protesta del monje agustino alemán Martín Lutero, quien al clavar en la puerta de la Catedral de Wittenberg sus noventa y cinco tesis daba inicio a un periodo de reformas que dividiría la cristiandad en dos posturas irreconciliables llegando a desatar cuentas guerras religiosas que desangraron Europa. Es aquí donde van a surgir nuevas doctrinas como la que nos convoca en esta oportunidad, como lo es la doctrina de la predestinación. 

Este momento histórico es un hito importante para los cristianos protestantes, sin embargo es absolutamente necesario dejar en claro que esta fue una división de la Iglesia Católica en otra vertiente de la misma, y que nada tiene que ver con aquellas raíces hebreas de las que hablamos al principio, en la reforma protestante no hubo ninguna vuelta a la raíces originales de la fe en YHVH, sólo significo una reformulación de aquellas doctrinas que se establecieron a partir del Concilio de Nicea y de los posteriores concilios que le sucedieron, no fue una revolución y una vuelta a sus raíces, fue sólo una reforma de sus propias doctrinas y que muy poco tienen de bíblicas. Hacía quince siglos que los cristianos se habían separado de los judíos, y los habían mantenidos lo suficientemente marginados como para volver a mezclarse con ellos, el cristianismo nada tenía que ver con aquella “raza detestable”, por lo que no hubo ningún atisbo de asomarse a aquellas raíces que habían quedado olvidadas y enterradas.



Las discusiones entre los reformadores giraban en torno a la necesidad de encontrar los puntos en común para establecer una teología que representase su posición frente al catolicismo, como ejemplo podemos citar la discusión en el Coloquio de Marburgo realizado entre los días 1 y 4 de octubre de 1529 donde la problemática giraba en torno a la presencia de Cristo al celebrarse la Eucaristía, para Lutero en la “Santa Cena” debía enseñarse que el cuerpo y la sangre de Cristo están realmente presente al momento de comulgar, para Ulrico Zwinglio en cambio el pan y el vino eran sólo una representación por lo que constituía sólo un símbolo, discusiones como esta demuestran cuán lejos estaban los reformadores de las verdades bíblicas, debatiendo asuntos que provienen del paganismo y no de los textos bíblicos, hemos explicado anteriormente que Jesús no instituyó ninguna “Santa Cena” como señala el catolicismo y el protestantismo, antes de morir Jesús y sus discípulos celebraba aquello que es mandamiento perpetuo, ordenado por YHVH a través de Moisés, como lo es el Pesaj (Pascua), y que lo puedes estudiar en nuestro artículo dedicado al paganismo en la cristiandad que hemos denominado La Santa Cena, alargarnos en extenso de la diversidad de disputas teológicas que surgieron de la reforma protestante significaría desviarnos del tema que hoy nos convoca, por lo que nos centraremos exclusivamente en la doctrina Calvinista de la Predestinación.

Dejamos la primera parte de este estudio hasta aquí, mantente atento para la segunda parte del estudio sobre la Doctrina de la predestinación.


Gabriel Elías.



[1] Johnson Paul, La Historia del Cristianismo, Ediciones B. S.A. para el sello Zeta Bolsillo, Barcelona, septiembre 2010, Pág. 360. 

miércoles, 19 de julio de 2017

POR HABERSE MULTIPLICADO LA MALDAD, EL AMOR DE MUCHOS SE ENFRIARA


Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre. Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán. Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos; y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo(Mateo 24:9-13)

Sin lugar a dudas, los tiempos que vivimos en la actualidad han cambiado drásticamente, en muy poco tiempo el empoderamiento de la sociedad sobre una inmensidad de demandas de los más variados grupos ha tomado una fuerza inusitada y cada uno de ellos reclama su lugar en una sociedad que completamente confundida ya no sabe qué dirección tomar, pero esta condición de nuestra sociedad ya estaba prevista con antelación, en el libro de Apocalipsis en su capítulo 3 podemos leer una carta dirigida a una congregación en Laodicea, carta que viene a representar la última congregación, del último tiempo antes de la restauración de todas las cosas. Esta carta toma mayor relevancia y cobra todo el sentido al reconocer una sociedad que a la luz de los hombres está alcanzando su máximo nivel de evolución, pero que a la luz de las escrituras esta su fase máxima de descomposición, muchas iglesias intentan alzar su voz frente a una realidad que les ha golpeado en la cara, pero ante su ceguera ellos no son capaces de percibir que parte importante del estado de nuestra sociedad es de su propia responsabilidad, el capítulo 24 del Evangelio de Mateo nos señala que “muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos; y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará”, este es un versículo que no se ha estudiado correctamente, en este blog ya hemos realizado un estudio donde hemos hablado del significado de maldad como aparece en este versículo o de iniquidad como aparece en otros versículos, pero que se refiere a una misma palabra que es el vocablo griego “Anomia”, palabra que describe la transgresión a la Ley de YHVH, literalmente anomia significa “sin ley”, se nos habla en este versículo que por la transgresión a la ley el amor de muchos, ese amor afectuoso, benevolente, ágape como señala el texto griego, se enfriara, el apóstol Pablo señala en su discurso de despedida de Mileto:

Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño. Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos”. (Hechos 20:29-30)

Aquello que ocurre al interior de las iglesias que ha destruido a millones de personas ha dejado en descredito a una institución que hoy se presenta sin ninguna moral ante una sociedad que vaga sin rumbo pero de la cual la iglesia no significa ninguna guía, ni social ni moral, contrariamente los diversos grupos sociales que claman por sus reinvincaciones apuntan a los grupos religiosos, con justa razón, como la propiciadora de los mayores males de nuestra sociedad. Tal como lo señala el apóstol Pablo, entraron en las congregaciones lobos rapaces, falsos profetas que destruyeron al rebaño, y muchos continúan ahí, desorientados sin conocer su verdadero destino, engañados por falsas promesas y falsas doctrinas, doctrinas que solo representan a un discurso capitalista, que es el discurso hegemónico y de la cual la iglesia, consiente o inconscientemente se ha hecho parte pensando que siguen una verdad, la verdad es que se han apartado de la Ley de YHVH, siguiendo falsas enseñanzas, enfriándose de esta manera aquel amor que proviene de nuestro Padre, y cayendo en manos de lobos rapaces que han terminado por devorarlos. Mientras esta falsa concepción del pueblo de YHVH que es la iglesia continua devorándose asimismo, en las calles, en el mundo real, el mundo se expande y copa todos los lugares bajo las demandas que cada uno considera que le son lícitas, el mensaje a esta última congregación, que como se dijo representa a esta última parte de la historia, es contundente:

Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo. Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas”. (Apocalipsis 3:17-18)

Esta falsa concepción del pueblo de YHVH que es la iglesia, se enfrenta a esta realidad, una iglesia que se considera rica, desconociendo una realidad que le golpea en su propia cara, es desventurada, miserable, pobre, ciega y desnuda, que nada tiene que hacer frente a un mundo convulsionado, y lo que es peor no tiene ninguna autoridad y ninguna moral para detener el avance irrefrenable de una sociedad empoderada, y ante su descrédito pocas opciones le quedan, la más sensata para ellos quizás sea adecuarse a los ideales contemporáneos, idea que no es muy descabellada, pues es lo que ha hecho sin pudor todo el último tiempo, el discurso de las iglesias actuales está muy lejos de representar la fidelidad a las escrituras, es tan sólo una representación del discurso dominante de esta época, como se dijo anteriormente, no son más que representantes del discurso capitalista que domina todas las áreas del que hacer de la humanidad, y la iglesia engañada, embelesada frente a un mundo que le ha seducido le ha entregado su alma, y la de sus feligreses, a esta sociedad que se dirige directamente hacia el abismo. El destacado filósofo francés Gilles Lipovesky, quien ha estudiado de gran manera a nuestra sociedad contemporánea, señala acertadamente que “estamos en un momento en que todos los ingredientes de la vida están en crisis, desestabilizados, faltos de coordenadas estructuradoras. Iglesia, familia ideologías política, relaciones entre los sexos, consumo, arte, educación: ya no hay ni un solo dominio que escape al proceso de desterritorialización y desorientación. La cultura-mundo o planetaria hace estallar todos los sistemas de referencias, borra las fronteras entre “ellos” y “nosotros”, la guerra y la paz, lo próximo y lo lejano, vacía los grandes proyectos colectivos de su capacidad de atracción, trastoca sin tregua las formas de vida y las modalidades de trabajo. Bombardea a los individuos con informaciones tan pletóricas como caóticas. De ahí se sigue un estado de incertidumbre, de desorientación sin precedentes, generalizado, casi total”. [1]

Las palabras de Lipovetsky logran resumir la condición de una sociedad que ha logrado superar todo el orden establecido, para imponer un tipo de cultura que está “consumiendo” nuestra sociedad, profundizando el quiebre de todos los paradigmas para imponer nuevos valores que están asociados al mercado, a la tecnología, al consumismo, al individualismo, al hedonismo, a la industria multinacional del entretenimiento y las comunicaciones, y tal como señala el propio Lipovetsky el mundo ha entrado en un proceso de inseguridad identitaria y psicológica, “Son lógicas estructurales que contribuyen a difundir por todo el planeta una cultura común, objetivos y modos de consumo similares, normas y contenidos universales, esquemas de pensamiento y de conducta que no tienen fronteras”.[2]

Pero esta iglesia ramera e impostora no es capaz de visualizar todo esto en lo cual el mundo se ha sumergido, en su confusión no hace más que buscar un lugar de aprobación para este mundo global, son otros quienes dejan en evidencia la situación que aqueja a nuestra sociedad, son otros quienes ayudan a abrir los ojos a los pocos que pueden escapar del embrujo, de la incertidumbre y de la desorientación, y al hablar de embrujo no lo hago alegóricamente, magistralmente se ha logrado homogenizar toda nuestra cultura como un velo que ha caído sobre los individuos cegándolos de la realidad, imponiendo modelos de conducta y esquemas de pensamiento para un mundo ficticio, pero donde les han usurpado su propia identidad. El desafío de los hijos de YHVH es grande para estos tiempos, ciertamente se acercan aquellos momentos donde los verdaderos creyentes e hijos de YHVH deberán enfrentarse a los momento más oscuro de la historia, y como señala el libro de Mateo, entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre” (Mateo 24:9). Por haberse multiplicado la maldad, la anomia, por haberse multiplicado la transgresión de la Ley de YHVH, aquel amor benevolente que proviene de YHVH se enfriará, de esta manera la sociedad, producto del vacío en el que ha caído, de aquel nihilismo pasivo que no ha hecho más que llenar de desesperanza al hombre contemporáneo, aborrecerá la palabra de YHVH y nosotros mismos quienes seguimos su palabra seremos igualmente aborrecidos ante las multitudes por causa de su nombre.

Lo que la filosofía contemporánea se ha dedicado a estudiar, la característica de un hombre desesperanzado, las escrituras también lo habían anticipado, ellas nos hablan de este último hombre de la historia, el cual está inserto en un mundo de oscuridad y que se lanza a la conquista de los objetos y también a la conquista de sus derechos, aquellos que en su transgresión consideran que les son propios, no es azaroso lo que ocurre en la actualidad y las escrituras nos dan cuenta de ello, aquella congregación en Laodicea es el reflejo de nuestra actual sociedad, el Mesías está a la puerta y llamando, está fuera de esta sociedad en la cual no es tomado en cuenta, ha sido rechazado por una sociedad que con sus manos desea luchar por sus conquistas, de igual forma esta iglesia, que es el símil perfecto de la sociedad en la que está inserta, el Señor está fuera de este mundo y fuera de aquella iglesia apostata llamando y si alguien le escucha Él entrará y cenará con ellos en medio de aquella de oscuridad que les gobierna para iluminar su conciencia.

Pero donde está la relación de esta característica contemporánea de las luchas sociales con el mensaje a esta congregación que es el último mensaje, para esta última etapa de la historia? En su propio nombre, Laodicea proviene del vocablo griego Laodikeus, que a su vez viene de las palabras “Laos” cuyo significado es “Pueblo” y “Dike” cuyo significado es “Derechos”, derechos relativos a la justicia, es que todos los grupos sociales han salido a las calles a luchar por alcanzar los derechos que les parecen justos, aquellos grupos buscan que les haga justicia, pero en su lucha no existe la invocación a YHVH, para ellos aquellas viejas historias son sólo una fábula. El hombre tomando justicia por sus propias manos ignorando a un Dios que lucha por su pueblo, recordemos un ejemplo, entre muchos de los que están escritos, como es el caso de la batalla contra los amorreos donde Josue los vence por la mano de YHVH, dice la escritura:

Y no hubo día como aquel, ni antes ni después de él, habiendo atendido YHVH a la voz de un hombre; porque YHVH peleaba por Israel”. (Josué 10:14)

A pesar que YHVH puede pelear por su pueblo, ir delante de él y alcanzar las conquistas que desee, es desechado por esta sociedad que no solo lo ha expulsado, el hombre contemporáneo ha matado a Dios, y la iglesia lo ha expulsado de su congregación, según lo que nos dice Apocalipsis 3:20

He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo”.

Por los motivos que se han expuesto, por la condición de nuestra sociedad, por el asesinato de Dios por parte de ella, es que el amor de muchos se ha enfriado, viene los tiempos más peligrosos de nuestra historia, y la rebelión del hombre ante su creador está alcanzando su clímax, pero el salmo 2, como lo hemos descrito en otros artículos, nos describe de manera soberbia este momento, la traducción para la Biblia en lenguaje actual, nos da un panorama mucho más claro, él nos señala:

¿Por qué se rebelan contra Dios las naciones y los pueblos? ¿Por qué estudian la manera de luchar contra él y contra su rey? ¡Inútiles son los planes de los reyes de este mundo! ¡Quieren acabar con su poder! ¡Quieren librarse de su dominio! Pero Dios desde su trono se ríe y se burla de ellos.  Luego se enoja y los reprende, se enfurece y los asusta.
Los amenaza diciendo:


«Ya elegí al rey que gobernará desde el monte Sión, que es mi montaña santa».
Voy a dar a conocer lo que Dios ha decidido.

Él me dijo: «Tú eres mi hijo; desde hoy soy tu padre.
¡Pídeme lo que quieras! Te daré como herencia las naciones; ¡todo el mundo será tuyo!
Gobernarás a las naciones con mano de hierro; ¡las destrozarás como a ollas de barro!»
Ustedes los reyes, pónganse a pensar; déjense enseñar, gobernantes de la tierra.

Adoren a Dios con reverencia; y con alegría ríndanle culto.
Adoren a Dios, para que no se enoje, pues fácilmente se enfurece, y podría quitarles la vida. ¡Dios bendice a todos los que en él confían!
[3]

Toman mayor sentido las palabras de nuestro Mesías de acuerdo a como somos testigos del rumbo que ha tomado nuestro mundo, el engaño es total, y muchos caerán en su embrujo, más el que persevere hasta el fin, éste será salvo.

Se ve un horizonte demasiado oscuro, pero mientras más oscuro, más pronto viene el amanecer, por tanto ”Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque nuestra redención está cerca” (Lucas 21:28)


Gabriel Elías




[1] Lipovetsky Gilles, Hervé Juvin, (2011)  El occidente Globalizado, un debate sobre la cultura planetaria, Editorial Anagrama, Barcelona, Pág. 16.
[2] Ibid. Pág 17
[3] Salmo 2:1-12, Traducción en lenguaje actual (TLA), https://www.biblegateway.com/passage/?search=Salmos+2&version=TLA