El pasado 2 de septiembre se produjo un accidente aéreo en el archipiélago Juan Fernández el cual calo demasiado hondo en los corazones de todo Chile, y no exagero al involucrar a todo un país en este dolor, en este fatal accidente perdieron la vida 21 personas, algunas de las cuales de demasiada significancia y resonancia en el que hacer del país, otros más anónimos pero cuyo valor es exactamente el mismo, en momentos como estos donde tu propia existencia es sacudida vienen los cuestionamientos que se hacen patentes en momentos como estos, pero que suelen quedar en el pasado muy rápidamente, es de esperar que un remezón como este sirva para dar valor a esa vida que algunos suelen menospreciar. Accidentes de esta magnitud inevitablemente nos proponen cuestionamientos que debemos enfrentar, aquellos que son una certeza, ¿si supieras que mañana la muerte te alcanzara, si supieras que has emprendido un viaje del cual ya no podrás volver, cual sería tu actitud?
La fragilidad de la vida se ha hecho más patente que nunca, la situación ha dejado en jaque a todo un país, es verdad que la muerte nunca se sacia, sin embargo es una verdad también que el justo tiene esperanza aun en su muerte, es una realidad que puedes librar a quienes son arrastrados a ella con la justicia que te cubre, en la senda de la justicia está la vida, en su sendero no hay muerte, y podemos cuestionarla…
Donde esta, oh muerte, tu victoria, donde, oh muerte, tu aguijón…
¿Donde muerte está tu victoria?
Yeshua el mesías les dijo a sus discípulos, Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mi (Juan 14:6); dijo también: y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado. (Juan 17:3)
Llegara el momento cuando se enjugue toda lagrima de los ojos y la muerte ya no existirá mas, ni habrá mas llanto, ni clamor, ni dolor. Aquel que está sentado en el trono dijo: he aquí que hago todas las cosas nuevas y dijo: estas palabras son fieles y verdaderas. Muchos deciden creer en palabras que solo son de hombres, y se han negado a creer en aquellas que son fieles, en aquellas que nos dan vida, que se cumplirán, una palabra que te ha contado la verdad, y esta es la verdad, espero que tú que aun no te decides a creer en ella, tomes una decisión y puedas a partir de ahora decir, como Pablo:“Donde esta, oh muerte, tu victoria, donde, oh muerte, tu aguijón…”
“De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto. El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará”. (Juan 12:24-25)
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