Finalmente se produjo el desenlace esperado, Hosni Mubarak, quien estuvo en el poder en Egipto por 30 años, cedió a la presión popular y dejo el poder provocando los festejos en la población, parece ser un día histórico, tal como lo fue la revolución iraní en 1979 que derrocó al Sha Mahomed Reza Paleví, o lo que ocurrió en Europa, con la caída del muro de Berlín, suceso que llevo a todos los países de la orbita socialista del este europeo a cambiar sus sistemas de gobiernos, provocando uno de los cambios sociales más grandes de los cuales hemos sido testigos.
¿Que se espera ahora en Medio Oriente?, esta es la pregunta que han formulado la mayoría de los analistas, tenemos dos escenarios posibles, lo ocurrido en Teherán en 1979 o lo ocurrido en Berlín diez años después. El temor surge porque los países vecinos a Egipto también están comenzando a vivir sus propias revoluciones, sin embargo nace la duda si esto fue un movimiento espontáneo o es un escenario que ya se había planeado con anticipación, las guerras se han creado con fines específicos, para lograr un objetivo previamente visualizado. En este caso una desestabilización en los países musulmanes eventualmente puede significar una gran amenaza, pues si todos los países que rodean a Israel se convierten derechamente en republicas islámicas, buscaran, eventualmente insisto, la destrucción del Estado de Israel, todo esto perfectamente puede motivar un posible ataque preventivo de parte de Israel y de Estados Unidos, lo que puede provocar un conflicto de proporciones inimaginables. Este escenario no es descabellado, es justamente lo que las escrituras señalan, y que ampliamente hemos señalado en este blog, Israel quedará solo frente a la amenaza de sus vecinos, y aún faltan otros protagonistas que sin duda, poco a poco se irán alineando según la profecía así lo señala.
¿Somos testigos de uno de los procesos sociales más decisivos en nuestra historia contemporánea?, ya ocurrió un proceso asombroso en 1989 con la caída de la Unión Soviética, sin embargo el peligro que tenemos ante nosotros es que este nuevo proceso puede provocar el desenlace final de nuestra historia humana. Por ahora el destino de esta revolución aún es desconocido, existe una diferencia muy grande entre la revolución en Europa en 1989 y esta que nace en Medio Oriente, la cual es Israel, que aún que no es protagonista directo de estas revoluciones, es uno de los actores principales de todos los hilos que se mueven en Medio Oriente.
Por lo pronto se esperan protestas para los próximos días en Argelia, Libia y Marruecos, la pregunta continua sin respuesta, estamos frente a Teherán 1979 o frente a Berlín 1989, o estamos frente a una mezcla de los dos, es decir, los sistemas de gobierno en los países árabes comenzarán a caer en lo que se denomina un efecto dominó, como fue en Europa, sin embargo a diferencia del viejo continente, en estos países su eje primordial es el Islam, lo que hace muy posible que este proceso tome una dirección distinta a Europa y más cercana a lo que ocurrió en Irán, que lejos de democratizarse, fue el Islam que tomo el control de todos los aspectos de su vida diaria. Sabemos muy bien que esto podría provocar una inestabilidad en la región y puede a su vez legitimizar un ataque defensivo por parte de Israel ante la amenaza que significarían sus vecinos para su propia existencia.
Esto parece que recién comienza, sin embargo sabemos el final, sea ahora o más adelante, pues la palabra de Dios ya lo dijo hace muchos, muchos años…
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