martes, 5 de septiembre de 2017

LA DIVINIDAD DE JESÚS, II PARTE


I PARTE

El gran error que cometen las iglesias cristianas protestantes, que es heredera del catolicismo romano, es que centran sus creencias en lo que se aceptó como válido en el Concilio de Nicea, como lo vimos en el capítulo anterior, y es ahí donde se equivocan, el cristianismo defiende aquella postura por sobre otras que estaban en disputa en aquel tiempo como el arrianismo, el ebionismo, nestorianismo, miafisismo, y una gran cantidad de posiciones que surgen en los primeros siglos de nuestra era, pero todas ellas estaban muy lejos de la fe original. De lo que ellos se olvidan es de la visión hebrea, de la que no se han interesado en conocer y estudiar, cayendo en errores importantes en cuanto a su doctrina, las que vienen, como lo hemos estudiado, principalmente desde el paganismo. Este enfoque marca una diferencia importante con la mirada hebrea del Mesías, lamentablemente esta visión ha quedado vedada en el mundo occidental que ha seguido las enseñanzas del cristianismo católico heredero del paganismo antiguo, muchas características que son vitales para comprender lo que las escrituras nos enseñan de nuestro salvador, han sido negadas y reemplazadas por una imagen que el mundo pagano adoptó y lo incorporó a su creencia y del cual todos nos hemos hecho parte privándonos de un gran entendimiento respecto de lo que las escrituras nos enseñan. Es verdad, existen dos Mesías distintos Yeshúa y Jesús, ya hemos explicado de donde proviene la imagen de este último, ahora aboquémonos a conocer al primero. 


Para comprender de buena manera esta idea, como siempre debemos ir a las escrituras que es quien ilumina nuestro camino, en ellas encontramos conceptos que nos acercan a la idea de la persona de Yeshúa, que es como lo llamaremos a partir de ahora. Las escrituras nos hablan en todo momento de él, desde el principio en Génesis en el primer versículo, “En el principio creo Dios los cielos y la tierra”, en hebreo esta frase se escribe como sigue:

Bereshit B’ra Elohim et Hashamayin ve’et ha’arets

Esta sola frase nos da mucho material de estudio, pero en esta oportunidad nos centraremos en la cuarta palabra de esta frase, como decíamos desde el principio se nos habla del Mesías, en este caso lo encontramos en dos letras  Aleph y Tav en hebreo “et”, es decir el alfa y el Omega según su traducción griega, o más claro en nuestro idioma el Principio y el Fin, estas dos letras hebreas se refieren a quien es el tema central de las escrituras, el Mesías. Aleph, tiene por significado Cabeza o Jefe, y Tav, significa Pacto, Señal o Sello, por lo que la unión de estas dos letras viene a significar “Cabeza del Pacto”, del pacto que YHVH va a establecer entre Él y los hombres, Yeshúa va a ser ese intermediario entre el pacto, ese pacto descansa en quien es el Alfa y el Omega. Esta expresión aparece en el Antiguo Testamento, que lo llamaremos por su nombre correcto Tanaj, más de 600 veces, entre las que podemos citar:

“Profeta les levantaré de en medio de sus hermanos, como tú; y pondré mis palabras en su boca, y él les hablara todo lo que yo le mandare. Más a cualquiera que no oyere mis palabras que él hablare en mi nombre, yo le pediré cuenta”. (Deuteronomio 18:18-19).

“Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Más él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; más YHVH cargó en él el pecado de todos nosotros”. (Isaías 53:4-6)

“Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a , a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito” (Zacarías 12:10)

Estos son solo algunos ejemplos que encontramos en estos pasajes que nos hablan del Alfa y el Omega, donde nuestro Mesías está intrínseco en los pasajes, y que después que se revelaría al mundo lo va a decir explícitamente, Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor (Apocalipsis 1:8) y más adelante dice: “Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último”.

YHVH creo todo lo que existe por el poder de su palabra, como bien lo señala el Salmo 33:6 “Por la palabra de YHVH fueron hechos los cielos, y todo el ejército de ellos por el aliento de su boca”, en su palabra esta la obra creadora, en su palabra esta la vida, su palabra alumbra nuestros caminos y disipa la oscuridad, a través de su Palabra o Logos fueron hechas todas las cosas, como lo señala el apóstol Pablo  en su carta a los colosenses (1:16-17), o como lo señala el apóstol Juan en el comienzo de su evangelio:

“En el principio era el verbo (Logos). Y el verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz de las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella” (Juan 1:1-5).

Juan nos habla de un misterio que estuvo oculto a la luz de los hombres, pero que para este periodo ha sido revelado, el Mesías que viene del propio seno del Padre, “… el misterio que había estado oculto desde los siglos y edades, pero que ahora ha sido manifestado a sus santos. A ellos, Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles, que es Cristo en vosotros, esperanza de gloria” (Colosenses 1:26-27).

La doctrina que se ha extendido en el cristianismo por toda la influencia que ya expusimos en el capítulo anterior de este estudio, ha llevado a que la llamada iglesia haya impuesto el dogma de la divinidad de Jesús, apoyado en ciertos versículos como el de Juan 1:1 o el de Tito 2:13, lo cierto es que el propio Mesías tuvo todo el cuidado de señalar de que él era el Hijo de Dios, aunque si señaló que estuvo con él desde el principio, lo que las escrituras apoyan ampliamente, el salmo 2 que señala al Mesías nos dice “Mi hijo eres tú, yo te engendré hoy. Pídeme, y te daré por herencia las naciones, y como posesión tuya los confines de la tierra”. (Salmo 2:7-8).

Existen versículos que parecieran confundirnos por un lado dicen una cosa, y luego leemos otros que parecieran contradecirlos, para comprenderlos es necesario leerlos en su contexto, el Salmo 2 nos dice que fue engendrado, veamos qué significa eso. En este versículo tenemos la palabra hebrea Yalad, cuyo significado es concebir, crear, alumbramiento, parir o nacer; este mismo texto lo encontramos nuevamente en el libro de los Hechos 13:33 “Mi hijo eres tú, yo te engendré hoy”, esta vez está escrito en griego, y aquí encontramos la palabra Gennáo cuyo significado es procrear, dar a luz, nacer, concebir, esta última palabra la encontramos en otros pasajes como el de la genealogía del libro de Mateo “Abraham engendró a Isaac… Judá engendró de Tamar a Fares y a Zara…” o el pasaje de 1 Juan 5:1 donde se señala “ Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios; y todo aquel que ama al que engendró, ama también al que ha sido engendrado por él”

El Mesías había sido un misterio, como nos señala Pablo, y es verdad que comprender toda la dimensión de su persona, escapa por mucho a un simple análisis que podamos realizar los hombres, y aún quedan cosas que serán reveladas en su momento para nuestro entendimiento, por ahora debemos ir a lo que nuestro entendimiento nos permite de acuerdo a lo que nos ha sido revelado a través de las escrituras. En esta revelación se nos ha enseñado que él ha sido engendrado y nos señala además que él es el primogénito, es decir el prototókos que a su vez viene de proto tekos que significa el primer nacido, con esto no estamos dándole algún significado especial, ni dando algún tipo de interpretación, vamos exclusivamente a lo que las propias escrituras nos señalan, de esta manera encontramos esta palabra en el evangelio de Mateo que nos dice: “Pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito; y le puso por nombre Jesús” (Mateo 1:25), en el libro de Lucas, “Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón” (Lucas 2:7), la misma palabra la encontramos en la carta a los colosenses, “Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda la creación” (Colosenses 1:15), o en el libro de Apocalipsis, “y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra” (1:5), en todos estos versículos encontramos la misma palabra que es Prototókos, es decir el primer nacido, palabra que la encontramos además en Romanos 8:29, Colosenses 1:18, Hebreos 1:6, 11:28 y 12:23.

Otro versículo que causa controversia es Apocalipsis 3:14, donde se señala que Yeshua es el principio de la creación de Dios, aquí en lo personal he escuchado muchas interpretaciones que intentan explicar el dogma cristiano, como señalando que a lo que realmente se refiere es que es la “fuente” de la creación, lo cierto es que las escrituras no se refieren a eso, ¿Que nos dice el griego?, veámoslo:

Y escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: He aquí el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios, Dice esto:” (Apocalipsis 3:14)

Principio, es la palabra griega arje, cuyo significado es principio, no fuente, se puede traducir también como primero, pero también puede significar poder, dominio  o gobernante. Arje proviene de arjomai, cuyo significado es comienzo en orden de tiempo, la palabra arjo por su parte significa ser primero en rango político en poder, gobernante; y arjon significa principal, príncipe soberano gobernante, hombre principal.

El arje no es un tema tan novedoso, si estudiamos la filosofía griega el arje nos va a parecer siempre, pues era uno de los temas primordiales dentro de su filosofía como objeto de estudio, tanto los filósofos presocráticos como los helénicos se dedicaron a pensar en el arje de las cosas, es de decir en el origen de las cosas, por lo que cuando se habla del arje, es un tema que podemos comprender muy bien, lo mismo si hablamos de la virtud nos vamos a referir al areté, o diversos conceptos que se entienden en un ámbito político o filosófico como Aristoi o Politeia, el caso del arje era el motivo de estudio de filósofos como Tales, Anaxímenes, Anaximandro o Heráclito, quienes se dedicaron a la búsqueda del principio de las cosas, es decir su arje.

Si comprendemos ciertos conceptos. No nos parecerá contradictorias las escrituras, las que a simple vista parecieran decir una cosas, y al momento decir otra distinta, las escrituras hacen la separación entre YHVH y Yeshúa, y eso lo vemos en muchos pasajes:

Acerca de su hijo, nuestro Señor Jesucristo, que era del linaje de David según  la carne, que fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad por la resurrección de los muertos” (Romanos 1:3-4)

a todos los que estáis en Roma, amados de Dios, llamados a ser santos: Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo. Primeramente doy gracias a mi Dios mediante Jesucristo con respecto a todos vosotros, de que vuestra fe se divulga por todo el mundo. Porque testigo me es Dios, a quien sirvo en mi espíritu en el evangelio de su hijo, de quien sin cesar hago mención de vosotros siempre en mis oraciones” (Romanos 1:7-9)

Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su hijo Jesucristo nuestro Señor (1 Corintios 1:9)

Gracia y paz sean a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo. Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación” (Corintios 1:2-3)

Pablo, apóstol (no de hombres ni por hombre, sino por Jesucristo y por Dios el Padre que lo resucitó de los muertos)” (Gálatas 1:1)

Para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él” (Efesios 1:17)

Bueno así como estos ejemplos hay muchos más donde vemos claramente la diferencia que hace Pablo y los apóstoles, como el apóstol Juan que señala en su evangelio:

Estas cosas habló Jesús, y levantando los ojos al cielo, dijo: Padre, la hora ha llegado; glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti; como le has dado potestad sobre toda carne, para que dé vida eterna a todos los que le diste. Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado. Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese. Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo. Con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese. (Juan 17:1-5).

El versículo 17 del Evangelio de Juan, es un pasaje hermoso de las escrituras, este extracto que hemos tomado nos señala ciertos puntos que debemos considerar, por un lado Yeshúa señala que le ha sido dado potestad sobre toda carne para que les dé vida eterna, punto en el que vamos a extendernos en un momento, luego se dirige a él como el único Dios verdadero, y a él mismo quien ha sido enviado, que lo glorifique a su lado, y termina señalando aquella gloria que Yeshúa tuvo con el Padre antes que el mundo fuese. Aquí vemos varios puntos que nos hablan de su persona, es claro que Yeshúa estuvo con el Padre desde el principio, que ha sido engendrado de él, y que va al Padre a sentarse a su diestra, pero hay un concepto que resulta muy importante para comprender todo, y que al entenderlo toma sentido las aparentes contradicciones que están en los evangelios y en las cartas de los apóstoles, al Mesías le fue dada potestad sobre toda carne, para que de vida eterna a todos quienes les han sido dado.

Él vino hasta nosotros con una misión y la cumplió, Yeshúa señala a sus discípulos: “Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra” (Mateo 28:18), potestad es la palabra griega exousía, que significa privilegio, autoridad, jurisdicción, poder. Y esta es la clave para comprender la forma en que se refieren los apóstoles sobre el Mesías, retrocedamos un poco en la historia, el Evangelio de Mateo nos señala que después del bautismo de Yeshúa, donde el Padre le dice: “Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia”, después de ello Yeshúa es llevado al desierto donde es tentado por Satanás, una de las tentaciones dice lo siguiente:

Otra vez lo llevó el diablo a un monte muy alto y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, y le dijo: 
- Todo esto te daré si postrado me adoras. Entonces Jesús le dijo:
- Vete, Satanás, porque escrito está: “Al Señor tu Dios adorarás y solo a él servirás” (Mateo 4:8-10)



¿Cómo podía Satanás ofrecerle los reinos del mundo a Yeshúa?, se los ofreció porque le pertenecían, como señala el apóstol Pablo a los corintios él es el dios de este siglo (2 Corintios 4:4), o Aión, que significa Era o edad, Satanás es el dios de esta edad, ¿pero cómo puede ser eso?, al principio Adán falló en la misión que le entregó el Señor y a través de él como señala Pablo todos mueren (1 Corintios 15:22), Satanás tomó el control de todos los reinos y se transforma en el dios de este mundo, y esos reinos se los ofrece a Yeshúa, pero él los rechaza y le coloca la palabra de YHVH en frente con lo cual Satanás se aleja de él. Yeshúa vencería al dios de este mundo como la escritura lo señala, y al triunfar sobre la muerte tomaría el control de todos aquellos reinos que Satanás se había apropiado, una vez que ha vencido, Yeshúa, nuestro mesías se transforma en el Dios de este mundo, el apóstol Juan señala:

Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el maligno. Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna". (1 Juan 5:19-20)

Yeshúa es el verdadero Dios, no Satanás, que había usurpado ese trono que le pertenecía al Hijo de YHVH. Por eso están en lo cierto los Apóstoles cuando señalan como Dios a Yeshúa, es el Dios verdadero, no uno falso como Satanás, a Yeshúa le ha sido dada la potestad sobre el mundo y de dar vida eterna;

Aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo” (Tito 2:13), dice Pablo en su carta a Tito, pues estamos esperando su venida y su manifestación para tomar el control total de un mundo que ha de gobernar con vara de hierro como lo menciona el Salmo 2.

El apóstol Pedro nos dice en su segunda carta:

Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que habéis alcanzado, por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo, una fe igualmente preciosa que la nuestra: Gracia y paz os sean multiplicadas, en el conocimiento de Dios y de nuestro Señor Jesús” (2 Pedro 1: 1-2)

En este último versículo pareciera que existe una contradicción primero le dice Dios, y luego hace la distinción entre el Padre, como Dios, y nuestro Señor Jesucristo, pues a la luz de las escrituras y entendiendo su contexto, podemos determinar que en realidad no hay contradicción como lo hemos visto, a Yeshúa le fue dada toda potestad en los cielos y en la tierra por su triunfo sobre la muerte, de esta manera podemos comprender también lo que le señala Pablo a los Filipenses:

Él, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomó la forma de siervo y se hizo semejante a los hombres. Más aún, hallándose en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por eso Dios también lo exaltó sobre todas las cosas y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, en la tierra y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre” (Filipenses 2: 6-11)

Yeshúa se despojó de la gloria que tuvo al principio, y se hizo semejante a los hombres, rechazó inclinarse ante Satanás, con su triunfo ante la muerte el Padre lo exaltó sobre todo y será Satanás quien se incline ante Yeshúa, las escrituras nos dan un ejemplo, que era una sombra de lo que pasaría siglos más tarde, Moisés debía presentarse ante el Faraón, el relato nos dice:

YHVH dijo a Moisés: Mira, yo te he constituido dios para Faraón, y tu hermano Aarón será tu profeta” (Éxodo 7:1)

Evidentemente Moisés no es dios, pero el Padre le otorgó toda su autoridad y Moisés pudo presentarse ante el dios del mundo, que era el Faraón, con toda la autoridad que le había sido otorgado, y de esa manera realizó todas las señales que el Padre le dio que hiciese, y Moisés logra liberar a su pueblo que estaba esclavizado en Egipto, y frente al mar rojo cuando parecía que todo estaba perdido “Moisés dijo al pueblo: No temáis; estad firmes, y ved la salvación que YHVH hará hoy con vosotros” (Éxodo 14:13), se abre el mar y pueblo lo cruza hacia su libertad. La palabra hebrea utilizada por Moisés para salvación es YESHÚA, él es la salvación de su pueblo, Yeshúa vino a liberar a su pueblo que esta esclavizado en el mundo, donde ha perdido toda su identidad, y donde ha muerto, y el Padre le ha dado toda autoridad para que nos de vida eterna, y nos haga pasar por las aguas para emerger hacia una nueva vida.

Es verdad que para los judíos ese Mesías que ha sido revelado aún continúa oculto, es evidentemente que los judíos van a rechazar al Jesús que proclama el cristianismo debido que es una persona que muy poco tiene que ver con ellos, el Mesías debe ser judío, y el Jesús que ha presentado el cristianismo está muy lejos de eso, justamente por la imagen que se ha determinado de él en el Concilio de Nicea que ha perdurado hasta nuestros días, aunque el hecho que los judíos no lo reconozcan también está escrito que así sería, pero difícilmente van a aceptar a un Mesías con costumbres más griegas que hebreas y que poco tiene que ver con su cultura, sin embargo ya llegará ese momento donde vean a su Mesías tal como lo describe el pasaje de Zacarías 12:10.

Yeshúa no es ese rey dios que nos enseñó el paganismo, el verdadero trasfondo de las escrituras y de las enseñanzas de Yeshúa cuesta entenderlas si las leemos con ojos occidentales, Yeshúa está muy por sobre aquellas ideas paganas que lo sitúan como parte de una trinidad que en las escrituras no existe, pero que si existen triadas de dioses en todas las culturas antiguas y que el cristianismo niceano católico hizo suya, ciertamente no cabe duda que nuestro entendimiento es demasiado limitado para comprender toda la trascendencia que tiene el Mesías, quién estuvo en el seno del Padre desde el principio, por quien fueron hechas todas las cosas, que se hizo hombre, que venció la muerte, que recibió toda potestad sobre los cielos y la tierra, que esta sentado a la diestra del Padre y volverá para juzgar los reinos de la tierra y reinar por mil años con toda la autoridad que el Padre le ha otorgado.

Dejamos hasta acá este estudio, que ha sido realizado a la luz de las escrituras y con todo el respeto por ellas, siempre recomendamos que investigues bien todos los temas, y no te quedes sólo con lo aquí se dice, sed como los hermanos de Berea quienes escudriñaban cada día las escrituras para ver si estas cosas eran así.

Que la bendición de YHVH este sobre ustedes.

Gabriel Elías.

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