Continuamos
con la segunda parte y final del estudio sobre la Doctrina de la predestinación.
La
ola reformadora que surge a partir del siglo XVI dio grandes nombres que han
quedado escritos en las páginas de la historia, Juan Calvino es uno de ellos y
uno de los más importantes en la reforma, Calvino vendría a establecer muchas
de las doctrinas que hasta nuestros días profesan los cristianos protestantes,
dentro de la cual se encuentra la Doctrina de la Predestinación, respecto de la
cual señala en su escrito la Institución Cristiana lo siguiente:
“Llamamos predestinación el decreto eterno de Dios
con el cual estableció lo que ha de hacer cada uno de los hombres, puesto que
no todos fueron creados con las mismas condiciones, sino que algunos fueron
destinados a la vida eterna y otros a la eterna condenación Por
tanto, según el fin para el cual el hombre es creado, decimos que está
predestinado a vida o a muerte”.[1]
Esta
doctrina calvinista nos enseña que Dios a través de un decreto eterno
estableció de antemano quienes están destinados para la salvación o para
condenación, por lo tanto según aquello, es bastante poco lo que los seres
humanos podían realizar para cambiar su destino, como todas las doctrinas
surgidas en el cristianismo se asegura que está tomada de las páginas bíblicas,
lo cierto es que prácticamente la totalidad de sus doctrinas sean católicas, o
protestantes provienen del pensamiento de los hombres, y muy poco tienen que
ver con las verdades bíblicas, aun cuando se basen en versículo bíblicos para
justificar su posición, pero como todas ellas siempre están fuera de su
contexto, debemos entender según lo vimos en la profecía de Amos que esto es un
castigo de YHVH, así quedó establecido en su palabra, aquellos tendrían hambre
de la palabra de Dios, y la buscarían a través de todos los rincones de la
tierra, pero no la hallarían; si nos dedicamos a estudiar las doctrinas
cristianas, podemos comprobar que esta palabra de YHVH se ha cumplido
incuestionable, lo que ha llevado a esta institución religiosa que poco tiene
de bíblico por campos espinosos y desolados.
En la mayoría de los casos las
doctrinas practicadas por el cristianismo son trozos tomados de las escritura
pero sacados de todo su contexto, para dar una interpretación, que en muchos
casos, si se toman de manera independiente parecieran tener cierta coherencia y
fundamento, esta doctrina de la predestinación ciertamente no aparece por
ninguna parte en el Antiguo Testamento, y el que no aparezca nos dice mucho, sólo
encontramos algunas menciones de Pablo en sus cartas a los Romanos, a los
Corintios y a los Efesios, no hay más mención de esta palabra que justifica una
doctrina que tomo una relevancia que excedió a los ámbitos religiosos, y que
hoy continua disfrutando de plena salud, tanto que ha invadido a la mayoría de
las iglesias protestantes y que les da el fundamento para sus erróneas
doctrinas, leamos los pasajes donde se hace mención a la predestinación:
“Porque a los que de
antemano conoció, también los predestinó a ser hechos conforme a la imagen de su Hijo, para que El
sea el primogénito entre muchos hermanos; y a los que predestinó, a ésos también llamó; y a los que llamó, a ésos también
justificó; y a los que justificó, a ésos también glorificó” (Romanos
8:29-30).
“Más hablamos sabiduría de Dios en
misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria” (1 Corintios 2.7)
“Bendito
sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda
bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en
él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha
delante de él, en amor habiéndonos predestinado
para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de
su voluntad” (Efesios
1:3-5)
“En él asimismo tuvimos herencia, habiendo
sido predestinados conforme al
propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad, a fin
de que seamos para alabanza de su gloria, nosotros los que primeramente
esperábamos en Cristo” (Efesios 1:11-12)
La
palabra predestinar proviene de la palabra griega Proorizo, cuyo significado es “limitar de antemano”, “predeterminar”,
“determinar antes”, según estos versículos pareciera que Calvino estaba en lo
correcto en su afirmación, y es justamente aquí donde está el peligro en la
infinidad de interpretaciones bíblicas, si desconocemos el contexto en el cual
están señaladas podemos darle el sentido que nos parece más lógico, equivocando
nuestro camino rotundamente.
A
través de los estudios que hemos realizado, sobre todo los que hemos denominado
Las raíces de nuestra fe, se ha explicado el
tránsito de Israel por la historia y su relación con YHVH, es Israel el pueblo
que ha sido elegido y no otro, a través de Israel todas las naciones de la
tierra serán bendecidas, sin embargo su destino fue el destierro, por su desobediencia,
por su infidelidad, porque ellos invalidaron el pacto, como señalan algunos
para justificar ciertas posturas, el Señor envió a sus profetas para
advertirles de su destino si no enmendaban su camino, pero Israel no escucho a
su Dios, y YHVH los expulsó de su presencia lo que esta descrito en 2 de Reyes17:1-23, el profeta Oseas señala a Israel que los expulsaría y los esparciría por la
tierra, que no tendría más misericordia de ellos y que no serían más su pueblo,
de esta manera YHVH deja sólo a Judá pero Israel es expulsado y se pierde entre
las naciones, perdiendo también su identidad y su herencia, y lo que es peor
Israel muere sin la presencia de su Dios, sin embargo es el propio profeta
Oseas, cuyo significado de su nombre es salvación, al igual que el nombre del
Mesías, Yahoshua (la salvación de YHVH) , es quien profetiza lo siguiente:
“Con todo, será el número de los hijos de Israel
como la arena del mar, que no se puede medir ni contar. Y en el lugar en donde
les fue dicho: Vosotros no sois pueblo mío, les será dicho: Sois hijos del Dios
viviente” (Oseas 1:10)
Así quedó establecido por nuestro Dios, y es al
profeta Ezequiel a quien YHVH le muestra la resurrección de su pueblo Israel,
que se había perdido, pero que en el futuro sería encontrado y volvería a la
vida:
“La mano de YHVH vino sobre mí, y me
llevó en el Espíritu de YHVH, y me puso en medio de un valle que estaba lleno
de huesos. Y me hizo pasar cerca de ellos por todo en
derredor; y he aquí que eran muchísimos sobre la faz del campo, y por cierto
secos en gran manera.
Y me dijo: Hijo de hombre, ¿vivirán
estos huesos? Y dije: Señor YHVH, tú lo sabes. Me dijo entonces: Profetiza
sobre estos huesos, y diles: Huesos secos, oíd palabra de YHVH. Así ha dicho YHVH
el Señor a estos huesos: He aquí, yo hago entrar espíritu en vosotros, y
viviréis. Y pondré tendones sobre vosotros, y haré subir sobre vosotros carne,
y os cubriré de piel, y pondré en vosotros espíritu, y viviréis; y sabréis que
yo soy YHVH. Profeticé, pues, como me fue mandado; y hubo un ruido mientras yo
profetizaba, y he aquí un temblor; y los huesos se juntaron cada hueso con su
hueso.
Y miré, y he aquí tendones sobre ellos,
y la carne subió, y la piel cubrió por encima de ellos; pero no había en ellos
espíritu. Y me dijo: Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre, y di al
espíritu: Así ha dicho YHVH el Señor: Espíritu, ven de los cuatro vientos, y
sopla sobre estos muertos, y vivirán. Y profeticé como me había mandado, y
entró espíritu en ellos, y vivieron, y estuvieron sobre sus pies; un
ejército grande en extremo.
Me dijo luego: Hijo de hombre, todos estos huesos son la casa de Israel. He aquí,
ellos dicen: Nuestros huesos se secaron, y pereció nuestra esperanza, y somos
del todo destruidos. Por tanto, profetiza, y diles: Así ha dicho YHVH el
Señor: He aquí yo abro vuestros sepulcros, pueblo mío, y os haré subir de
vuestras sepulturas, y os traeré a la tierra de Israel. Y sabréis que yo soy YHVH,
cuando abra vuestros sepulcros, y os saque de vuestras sepulturas, pueblo mío. Y
pondré mi Espíritu en vosotros, y viviréis, y os haré reposar sobre vuestra
tierra; y sabréis que yo YHVH hablé, y lo hice, dice YHVH”. (Ezequiel 37:1-14).
Lo que se conoce como
Nuevo Testamento es el relato de la restauración de ese pueblo que estaba
muerto, cuyo Mesías venía para darle vida, y el Apóstol Pablo es enviado a ese pueblo
que se había extraviado por su desobediencia
“El Señor
le dijo: Ve, porque instrumento escogido me es éste, para llevar mi nombre en
presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel” (Hechos 9:15)
Todas
las palabras registradas en el Nuevo Testamento (Brit Hadasha) están dirigidas
a ese hijo pródigo que se extravió, que se fue tras los deleites, que perdió su
herencia, que estaba muerto, pero que el Señor no olvidó, en el Antiguo
Testamento (Tanaj) no encontramos palabras referidas a una predestinación, porque
su hijo amado Israel estaba con él, el Nuevo Testamento es la restauración de
ese pueblo, de aquellos que estaban predestinados conforme al propósito del que
hace todas las cosas según el designio de su voluntad, no podemos desasociar el
concepto principal de las escrituras para darle un sentido totalmente ajeno a
las escrituras, Calvino entendió lo referente a la predestinación conforme a su
pensamiento humano, desapegado de las escrituras, sin la comprensión de lo que
significa; es el pueblo de Dios, Israel, quien tiene un destino determinado por
YHVH, a eso se refiere Pablo en su carta a los Romanos, en su carta a los
Efesios a quien les señala:
“Por tanto, acordaos de que en otro tiempo vosotros, los gentiles en cuanto a la carne, erais llamados incircuncisión
por la llamada circuncisión hecha con mano en la carne.
En aquel tiempo estabais sin Cristo
(Mesías), alejados de la ciudadanía de
Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el
mundo.
Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis
sido hechos cercanos por la sangre de Cristo.
Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos (Judá e Israel) hizo uno, derribando la pared
intermedia de separación,
aboliendo en su carne las enemistades,
la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí
mismo de los dos (Judá e Israel) un solo y nuevo hombre, haciendo la
paz,
y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos (Judá e Israel) en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades.
Y vino y anunció las buenas nuevas de
paz a vosotros que estabais lejos, y a
los que estaban cerca (Judá e Israel). (Efesios 2:11-17)
El
apóstol Pedro se refiere a lo mismo, hace mención de aquel pueblo que dejó de
ser pueblo, pero que ahora mediante la muerte del Mesías alcanzaban
misericordia, y volvían a ser pueblo de Dios, porque estaban predestinados para ello, Pedro inicia
su carta mencionando a quienes se las dirige, “Pedro, apóstol de
Jesucristo, a los expatriados de la
dispersión (Israel) en el Ponto,
Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia” y les señala:
“Mas vosotros sois linaje escogido, real
sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que
anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz
admirable; vosotros que en otro tiempo no
erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero
ahora habéis alcanzado misericordia (Oseas 1)” (1 Pedro 2:9-10).
Podemos
seguir argumentando sobre quiénes son los predestinados, pero me parece que
queda claro con lo que se ha expuesto, y que nada tiene que ver con la doctrina
calvinista de la predestinación, doctrina que sirvió para objetivos bastante
más mundanos que espirituales, el calvinismo sirvió de fundamento para el
sistema económico que pasaría a dominar la época contemporánea, me refiero al
capitalismo, si como lo lees, el calvinismo es lo que dio el sustento para el
auge del capitalismo, con todo lo que ello significa. Así como el catolicismo
respaldó y sustentó el feudalismo, al considerar que era Dios quien otorgaba el
poder a los reyes y a los señores feudales, sistema que el pueblo medieval no
se atrevió a cuestionar, el calvinismo al considerar que la señal de quienes
estaban predestinados para la salvación sería su prosperidad económica, dio
rienda suelta para que los mercaderes expandieran sus negocios e hicieran
crecer su economía, recordemos que en la Edad Media, la usura era considerada
un pecado y eso impedía la extensión del comercio, contrariamente a lo que
ocurriría en la época moderna, aun cuando es correcto que la Biblia sanciona
las practicas económicas abusivas, como lo señalan sus páginas:
“Quien su dinero no dio a usura, Ni contra el
inocente admitió cohecho. El que hace estas cosas, no resbalará jamás”. (Salmo
15:5)
“…al pobre y menesteroso oprimiere,
cometiere robos, no devolviere la prenda, o alzare sus ojos a los ídolos e
hiciere abominación, prestare a interés y tomare usura; ¿vivirá éste? No
vivirá. Todas estas abominaciones hizo; de cierto morirá, su sangre será sobre
él”. (Ezequiel
18:12-13)
El
miedo medieval al castigo divino evitó la expansión de las relaciones
comerciales como las conocimos más adelante, la solución religiosa para quienes
comerciaban en la Edad Media fue el Purgatorio, pues al dedicar su vida al
comercio y sacar ganancias de ello, se estaba cometiendo pecado, y al morir con
ese pecado lo que le aguardaba era el castigo eterno, para acceder a la
redención encontraron la genial idea de inventarse un lugar donde expiar sus
pecados de usura, para de esa manera limpiarse de ellos e ingresar sin pecados
al cielo, este lugar sería conocido como el Purgatorio. La Doctrina de la Predestinación,
vino a cumplir una función fundamental en el desarrollo del mundo moderno y en
el abandono del mundo medieval hacia la aceleración del desarrollo comercial
que experimentaría el mundo a través del capital económico que comenzaba a
acumularse sobre todo con la explotación de las colonias de ultramar de las
nacientes potencias europea que habían salido a conquistar el mundo, la
Doctrina de la Predestinación quitaría esta idea de pecado sobre la usura, está
ya no sería pecado, ahora la prosperidad económica significaría todo lo
contrario, significaba una señal de quienes eran los elegidos, para aquellos
que, según Calvino, eran los elegidos para la salvación, contrariamente quienes
padecían pobreza y otras privaciones era señal de su condenación. Hasta
nuestros días ha existido alguna tendencia sobre aquellos países con una
orientación protestante que han logrado un desarrollado de su economía en
desmedro de aquellos de mayoría católica, que se puede estimar que tienen una
tendencia de no desarrollar de igual manera su economía por lo que se han
constituido como subdesarrollos, por lo que da la impresión que aquellos países
que han seguido la doctrina calvinista cuentan con la bendición de Dios. Las
iglesias evangélicas contemporáneas han caído en el mismo error, y han
confundido la prosperidad económica con la bendición y salvación de Dios, sin
embargo el mensaje de YHVH es contundente:
“Porque tú dices: Yo soy rico, y me he
enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un
desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo. Por tanto, yo te aconsejo que
de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas
para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus
ojos con colirio, para que veas. (Apocalipsis 3:17-18)
Las
consecuencias de esta doctrina se va a sentir en el desarrollo de nuestro
tiempo, donde los hombres han pasado de la búsqueda de la plenitud espiritual a
la búsqueda de la plenitud económica, la prosperidad económica va a darle
sentido a la existencia de los hombres y junto con ello los va a sumergir en el
absoluto vacío existencial. El hombre definitivamente se ha dejado engañar y
seducir por un discurso que ha pasado a dominar todos los aspectos de nuestra
vida, y que a la luz de iglesias contemporáneas tiene su raíz en la bendición
Dios, pero la iglesia ignora que tan sólo se han constituido como voceros del discurso
capitalista dominante que resultó vencedor en la pugna por el poder mundial al
finalizar la guerra fría frente a su contendor comunista.
Los
resultados y consecuencias de la Doctrina de la Predestinación y también del
libre albedrio, los podemos sentir hoy en toda nuestra sociedad, la libre
elección por su parte que nació como una forma de oponerse a la doctrina
calvinista también tuvo sus frutos y vemos las consecuencias en una sociedad
que ha tomado su libre elección, pero que no ha sido la mejor para el
desarrollo del hombre. Podemos determinar algunas consecuencias de la
predestinación hoy día, como por ejemplo que la calidad de vida de nuestra
sociedad hoy este determinada por los indicadores económicos como sentido de
nuestra existencia, esto ha llevado a su vez que quienes guíen nuestros
destinos políticamente se sienten una clase privilegiada al gozar del poder y
del dinero, que según lo que nos enseña la Doctrina de la Predestinación, sería
consecuencia de la bendición de Dios, en desmedro de las clases inferiores, a
quienes dominan y que sufren privaciones, enfermedades y pobreza, y que según
esta doctrina estarían fuera de la bendición de Dios, y que por lo tanto bajo
el dominio de aquellos “bendecidos por Dios”. La iglesia evangélica se
encuentra hoy embriagada con este discurso, cegada por una doctrina de la
prosperidad que es hija de la doctrina calvinista y que mantiene en el engaño a
todo un pueblo que no sabe que es desventurado,
miserable, pobre, ciego y desnudo, según lo que señala el Señor en su mensaje a
Laodicea.
El
libre albedrío lo hemos dejado algo de lado en este estudio debido a que las
consecuencias de la libre elección de los hombre y por los caminos que esta los
ha llevado, es un trabajo que realizamos en extenso en el estudio que hemos
denominado “La Muerte de Dios”, y que te motivamos a que lo analices después de
este análisis.
Hay
un pueblo que está predestinado, y ese es Israel en su totalidad, Judá e Israel
(Efraín), porque es el pueblo que YHVH ha elegido, un pueblo que por su
desobediencia dejó de ser pueblo, pero que ahora, a través de nuestro Mesías vuelve
a ser pueblo de Dios, un pueblo que en otro tiempo no había alcanzado
misericordia, pero que ahora hemos alcanzado misericordia, es verdad somos
libres de elegir, sin embargo nuestro Mesías nos señala:
“Mis ovejas oyen mi voz, y yo las
conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no
perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano” (Juan 10:27-28)
“Jesús le dijo: Hoy ha venido la
salvación a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham. Porque el Hijo
del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido”. (Lucas
19:9-10)
Que
la bendición de Adonai, este sobre ti.
Gabriel Elías