sábado, 4 de diciembre de 2010

LAS RAICES DE NUESTRA FE, LAS TRIBUS PERDIDAS DE ISRAEL


Para el siguiente estudio te pido encarecidamente que te des el tiempo necesario y lo leas completo, esta es la introducción de un estudio más amplio que iremos poco a poco ampliando para lograr el entendimiento del tema central de las escrituras, una vez expuesto podrás comprender con más facilidad lo que el Señor ha hablado a través de su palabra, y podrás ver de manera más fácil el engaño al cual ha sido sometido la iglesia en la actualidad, como surgen falsos profetas con falsas promesas que el Señor nunca mando a decir, de esta manera podrás descubrir por tu cuenta a esos falsos profetas. El fin último es que llegues al conocimiento profundo de las escrituras, para ello es necesario que siempre estés con las escrituras en tus manos y leas el contexto de los pasajes que se mencionan, es muy común tomar un texto y darle cualquier interpretación engañando con esto a muchos, lo importante es entender todo el contexto en el cual se está hablando, investiga por tu cuenta, indaga, escudriña, si tienes hambre por las escrituras hazlo seriamente, y siempre con las escrituras en la mano.

Dicho esto, pasemos al estudio de hoy

En el cristianismo existe la creencia que lo que se ha conocido como iglesia surgió en el relato del libro de Hechos capítulo 2, durante la celebración de la fiesta de las semanas (Shauvot), más conocida como pentecostés, cuando el espíritu del Señor vino sobre los que estaban congregados en Jerusalén, la realidad es algo distinta, lo que ocurrió en aquel relato es el cumplimiento de la profecía del profeta Joel, tal como lo señalo el propio Apóstol Pedro (Hechos 2:16), vino a ser el cumplimiento de lo señalado por los profetas, lo que señalo también Jeremías (Jeremías 31:31-34) y Ezequiel (11:19-20)

Es la renovación del pacto que el Señor dio antes, entonces lo escribió sobre piedras, debido a la dureza de los corazones, a partir de entonces el Señor escribiría su ley en los corazones, donde se cumpliría lo señalado por el profeta Ezequiel.

Pero comprender todo el contexto volvamos al principio, cuando los hijos de Israel salieron de su esclavitud en Egipto:

“Partieron los hijos de Israel de Ramesés a Sucot, como seiscientos mil hombres de a pie, sin contar los niños. También subió con ellos grande multitud de toda clase de gentes, y ovejas, y muchísimo ganado”. (Éxodo 12:37-38)

Este capítulo del Libro del éxodo describe la muerte de los primogénitos de los egipcios, después de este castigo de Dios finalmente el faraón dejo salir a Israel de Egipto, sin embargo no fueron solo Israelitas quien dejaron Egipto, sino que también una gran multitud de gentes. Todo este pueblo que salió de Egipto fue el que se congregó en el monte Sinaí donde el Señor entrego los mandamientos y la Ley

“Y escribió en las tablas conforme a la primera escritura, los diez mandamientos que Jehová os había hablado en el monte de en medio del fuego, el día de la asamblea; y me las dio Jehová”. (Deuteronomio 10:4)

“Este Moisés es el que dijo a los hijos de Israel: Profeta os levantará el Señor vuestro Dios de entre vuestros hermanos, como a mí; a él oiréis. Este es aquel Moisés que estuvo en la congregación en el desierto con el ángel que le hablaba en el monte Sinaí, y con nuestros padres, y que recibió palabras de vida que darnos; al cual nuestros padres no quisieron obedecer, sino que le desecharon, y en sus corazones se volvieron a Egipto” (Hechos 7:37-39)

Aquí en Hechos, Esteban está dando su defensa, y cita el pasaje de Deuteronomio, en el Tanaj (Antiguo Testamento), donde la congregación está reunida en el desierto, la palabra Hebrea para congregación es KAHAL, que significa también Asamblea, en el Brit Hadashah, conocido como Nuevo Testamento, la palabra para este mismo versículo del Antiguo Testamento, es EKKLESIA, que también significa asamblea. Lo ocurrido en el relato del capítulo 2 de Hechos es el cumplimiento de lo señalado a través de las escrituras, y que se reflejó también en el cumplimiento de las fiestas solemnes del Señor mencionadas en Levítico 23, es el cumplimiento literal en el Mesías de la celebración de estas fiestas, que se cumplieron de la siguiente manera

LA PASCUA ES LA MUERTE DEL MESÍAS

LOS PANES SIN LEVADURA, ES LA SEPULTURA DEL MESÍAS

LA FIESTA DE LAS PRIMICIAS ES LA RESURRECIÓN DEL MESÍAS

LA FIESTA DE LAS SEMANAS (PENTECOSTES) ES LA VENIDA DEL ESPÍRITU SANTO.

“Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley” (Gálatas 4:4)

El Mesías vino en el tiempo señalado, y cumplió todo lo que estaba escrito, todo se cumplió en él, la pascua, los panes sin levadura y las primicias, son su muerte, sepultura y resurrección, pero cincuenta días después de las primicias el pueblo se congrego en el Sinaí y recibió la ley de manos de Moisés, el nuevo testamento nos relata que 50 días después de la resurrección de Jesús se congregaron los discípulos con muchos creyentes y vino el Espíritu Santo sobre ellos, cumpliéndose la palabra dicha por Jeremías:

“Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo”. (Jeremías 31:33)

“Y les daré un corazón, y un espíritu nuevo pondré dentro de ellos; y quitaré el corazón de piedra de en medio de su carne, y les daré un corazón de carne,

para que anden en mis ordenanzas, y guarden mis decretos y los cumplan, y me sean por pueblo, y yo sea a ellos por Dios”. (Ezequiel 11:19-20)

Cincuenta Días después que salieron de Egipto el Señor escribió la Ley en tablas de Piedra.

Cincuenta días después de la resurrección de Jesús, Dios dio su Ley en nuestra mente y la escribió en nuestros corazones.

En Ambas oportunidades se congregó el pueblo, y se usa la misma palabra en ambas, una en Hebreo y la otra en Griego, KAHAL y EKKLESIA, ambas significan Asamblea o congregación, esta congregación nació en el Sinaí, donde estaba reunidos los Israelitas junto a muchas otros tipos de personas, esa imagen en el Sinaí es la imagen del futuro, donde vendría el espíritu del Señor y escribiría su ley en sus corazones, el termino Kahal – Ekklesia, fue traducida posteriormente en su versión al latín, como Iglesia.

Dos escenas donde ocurre lo mismo, aunque con una diferencia.

Después del Sinaí la historia continua, todos conocemos la historia, vagan 40 años por el desierto, finalmente se establecen en la tierra que se le había prometido, hasta que aparece David y pareciera que todo es esplendor, sobre todo después con su hijo Salomón, que es el punto más alto del reino de Israel.

Sin embargo el corazón de Salomón se desvía al final de su vida, y el Señor le dijo que iba a dividir su reino en dos a causa de su pecado, pero por amor a David no lo haría en sus días, que sería en los días de su hijo, es así que en el reinado de Roboam, el reino se divide en dos, el reino del norte que se llamó ISRAEL, compuesto por Diez tribus y cuyo Rey fue Jeroboam, y el reino del sur, que se llamó JUDÁ compuesto por las tribus de Judá, Benjamín y una parte de la tribu de Leví y cuyo Rey fue Roboam.

El pueblo que era uno se dividió y se convirtió en dos pueblos LA CASA DE ISRAEL, o Reino del Norte, y LA CASA DE JUDA o el Reino del Sur.

La Biblia nos cuenta que el reino del norte, inmediatamente dio vuelta la espalda al Señor y se volvió a los ídolos, el Señor envío a sus profetas para que ellos se volviesen al Señor, envío a Elías, a Eliseo, y después a Amós y a Oseas, pero nunca entendieron y finalmente el Señor envío al imperio Asirio, quienes se llevaron cautivos a la CASA DE ISRAEL, a partir de ese momento ellos se perdieron para siempre, hoy se les conoce como las 10 tribus perdidas de Israel.

El reino del Norte se volvió un pueblo pagano, sus sacerdotes, que no eran los sacerdotes legítimos, adoraban a otros Dioses, recuerdan la historia de Elías, el profeta va y los confronta, el pueblo de Israel ya nada tenía que ver con el Dios verdadero, se olvidaron del Señor y se fueron tras otros dioses, aún cuando ocurre esto el Señor les amaba entrañablemente, y envió a sus profetas que se volvieran de sus caminos, pero Israel no hizo caso, como lo relata el 2º libro de los reyes:

2º REYES

17:7 Porque los hijos de Israel pecaron contra Jehová su Dios, que los sacó de tierra de Egipto, de bajo la mano de Faraón rey de Egipto, y temieron a dioses ajenos,

17:8 y anduvieron en los estatutos de las naciones que Jehová había lanzado de delante de los hijos de Israel, y en los estatutos que hicieron los reyes de Israel.

17:9 Y los hijos de Israel hicieron secretamente cosas no rectas contra Jehová su Dios, edificándose lugares altos en todas sus ciudades, desde las torres de las atalayas hasta las ciudades fortificadas,

17:10 y levantaron estatuas e imágenes de Asera en todo collado alto, y debajo de todo árbol frondoso,
17:11 y quemaron allí incienso en todos los lugares altos, a la manera de la naciones que Jehová había traspuesto de delante de ellos, e hicieron cosas muy malas para provocar a ira a Jehová.
17:12 Y servían a los ídolos, de los cuales Jehová les había dicho: Vosotros no habéis de hacer esto.
17:13 Jehová amonestó entonces a Israel y a Judá por medio de todos los profetas y de todos los videntes, diciendo: Volveos de vuestros malos caminos, y guardad mis mandamientos y mis ordenanzas, conforme a todas las leyes que yo prescribí a vuestros padres, y que os he enviado por medio de mis siervos los profetas.

17:14 Mas ellos no obedecieron, antes endurecieron su cerviz, como la cerviz de sus padres, los cuales no creyeron en Jehová su Dios.

17:15 Y desecharon sus estatutos, y el pacto que él había hecho con sus padres, y los testimonios que él había prescrito a ellos; y siguieron la vanidad, y se hicieron vanos, y fueron en pos de las naciones que estaban alrededor de ellos, de las cuales Jehová les había mandado que no hiciesen a la manera de ellas.

17:16 Dejaron todos los mandamientos de Jehová su Dios, y se hicieron imágenes fundidas de dos becerros, y también imágenes de Asera, y adoraron a todo el ejército de los cielos, y sirvieron a Baal;

17:17 e hicieron pasar a sus hijos y a sus hijas por fuego; y se dieron a adivinaciones y agüeros, y se entregaron a hacer lo malo ante los ojos de Jehová, provocándole a ira.

17:18 Jehová, por tanto, se airó en gran manera contra Israel, y los quitó de delante de su rostro; y no quedó sino sólo la tribu de Judá.

17:19 Mas ni aun Judá guardó los mandamientos de Jehová su Dios, sino que anduvieron en los estatutos de Israel, los cuales habían ellos hecho.

17:20 Y desechó Jehová a toda la descendencia de Israel, y los afligió, y los entregó en manos de saqueadores, hasta echarlos de su presencia.

17:21 Porque separó a Israel de la casa de David, y ellos hicieron rey a Jeroboam hijo de Nabat; y Jeroboam apartó a Israel de en pos de Jehová, y les hizo cometer gran pecado.

17:22 Y los hijos de Israel anduvieron en todos los pecados de Jeroboam que él hizo, sin apartarse de ellos,

17:23 hasta que Jehová quitó a Israel de delante de su rostro, como él lo había dicho por medio de todos los profetas sus siervos; e Israel fue llevado cautivo de su tierra a Asiria, hasta hoy. (2 Reyes 17:7-23)

El profeta Oseas fue enviado por el Señor a profetizar en la CASA DE ISRAEL

Leamos OSEAS 1

1:1 Palabra de Jehová que vino a Oseas hijo de Beeri, en días de Uzías, Jotam, Acaz y Ezequías, reyes de Judá, y en días de Jeroboam hijo de Joás, rey de Israel.

1:2 El principio de la palabra de Jehová por medio de Oseas. Dijo Jehová a Oseas: Ve, tómate una mujer fornicaria, e hijos de fornicación; porque la tierra fornica apartándose de Jehová.

1:3 Fue, pues, y tomó a Gomer hija de Diblaim, la cual concibió y le dio a luz un hijo.

1:4 Y le dijo Jehová: Ponle por nombre Jezreel; porque de aquí a poco yo castigaré a la casa de Jehú por causa de la sangre de Jezreel, y haré cesar el reino de la casa de Israel.

1:5 Y en aquel día quebraré yo el arco de Israel en el valle de Jezreel.

1:6 Concibió ella otra vez, y dio a luz una hija. Y le dijo Dios: Ponle por nombre Lo-ruhama, porque no me compadeceré más de la casa de Israel, sino que los quitaré del todo.

1:7 Mas de la casa de Judá tendré misericordia, y los salvaré por Jehová su Dios; y no los salvaré con arco, ni con espada, ni con batalla, ni con caballos ni jinetes.

1:8 Después de haber destetado a Lo-ruhama, concibió y dio a luz un hijo.

1:9 Y dijo Dios: Ponle por nombre Lo-ammi, porque vosotros no sois mi pueblo, ni yo seré vuestro Dios.

1:10 Con todo, será el número de los hijos de Israel como la arena del mar, que no se puede medir ni contar. Y en el lugar en donde les fue dicho: Vosotros no sois pueblo mío, les será dicho: Sois hijos del Dios viviente.

1:11 Y se congregarán los hijos de Judá y de Israel, y nombrarán un solo jefe, y subirán de la tierra; porque el día de Jezreel será grande.

JEZREEL, significa esparcir

LO-RUHAMA, significa Sin misericordia

LO-AMMI, significa No es mi pueblo

El reino del norte fue llevado cautivo a Asiria, y con el paso del tiempo perdieron su identidad como Israel, y fueron asimilados por las naciones del mundo.

Posteriormente el reino del sur Judá, también cayó en pecado, y también fueron llevados cautivos, esta vez el imperio dominante en el mundo eran los babilonios, al mando de Nabucodonosor atacaron Jerusalén y se llevaron a Babilonia a los Judíos, Jeremías había profetizado que esto iba a durar 70 años, cumplido ese tiempo volvieron a su tierra en tiempos de Nehemías y Esdras.

El reino del norte se olvido completamente del Señor, se olvido del pacto que el Señor había hecho con ellos en el monte Sinaí, Israel quebrantó el pacto por lo tanto el Señor le concedió una carta de divorcio, ya no serían más su pueblo, ni de ellos tendría ya más misericordia:

Jeremías 3:6 Me dijo Jehová en días del rey Josías: ¿Has visto lo que ha hecho la rebelde Israel? Ella se va sobre todo monte alto y debajo de todo árbol frondoso, y allí fornica.

3:7 Y dije: Después de hacer todo esto, se volverá a mí; pero no se volvió, y lo vio su hermana la rebelde Judá.

3:8 Ella vio que por haber fornicado la rebelde Israel, yo la había despedido y dado carta de repudio; pero no tuvo temor la rebelde Judá su hermana, sino que también fue ella y fornicó.

Aún cuando la casa de Judá también le infiel al Señor, el Señor no se divorcio de ella, por amor a su siervo David, pues de Judá saldría el Salvador, Jesucristo.

El reino de Israel perdió la herencia que tenía, rompieron el pacto de matrimonio que el Dios de Israel había hecho con ellos en el Sinaí, La Casa de Israel se perdió entre las naciones, y de ellos ya no se volvió a saber más.

Muchos años después, aparece en el escenario mundial, Un hombre, El Mesías, el Hijo de Dios…

Pongamos mucha atención a los textos que encontramos en el Nuevo Testamento:

Mateo 10:5 A estos doce envió Jesús, y les dio instrucciones, diciendo: Por camino de gentiles no vayáis, y en ciudad de samaritanos no entréis,

10:6 sino id antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel.

10:7 Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado.

Mateo 15:23 Y he aquí una mujer cananea que había salido de aquella región clamaba, diciéndole: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí! Mi hija es gravemente atormentada por un demonio.

15:23 Pero Jesús no le respondió palabra. Entonces acercándose sus discípulos, le rogaron, diciendo: Despídela, pues da voces tras nosotros.

15:24 El respondiendo, dijo: No soy enviado sino a las ovejas pérdidas de la casa de Israel.
15:25 Entonces ella vino y se postró ante él, diciendo: ¡Señor, socórreme!


Lucas 19:1 Habiendo entrado Jesús en Jericó, iba pasando por la ciudad.

19:2 Y sucedió que un varón llamado Zaqueo, que era jefe de los publicanos, y rico,

19:3 procuraba ver quién era Jesús; pero no podía a causa de la multitud, pues era pequeño de estatura.
19:4 Y corriendo delante, subió a un árbol sicómoro para verle; porque había de pasar por allí.
19:5 Cuando Jesús llegó a aquel lugar, mirando hacia arriba, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa.

19:6 Entonces él descendió aprisa, y le recibió gozoso.

19:7 Al ver esto, todos murmuraban, diciendo que había entrado a posar con un hombre pecador.

19:8 Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado.

19:9 Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham.

19:10 Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.


Juan 10:25 Jesús les respondió: Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en nombre de mi Padre, llas dan testimonio de mí;

10:26 pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho.

10:27 Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen,

10:28 y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.

En el Antiguo Testamento encontramos una ley, que nos habla de todo esto que hoy estamos tratando,

Levítico 25:25 Cuando tu hermano empobreciere, y vendiere algo de su posesión, entonces su pariente más próximo vendrá y rescatará lo que su hermano hubiere vendido.

Esta es una ley que el Mesías vino a cumplir, nos habla de Israel y Judá, Israel a causa de su pecado empobreció y perdió la herencia que poseía, de esta manera, su pariente más próximo vino y rescato lo que se había perdido, ese pariente es Judá y se cumplió esta ley a través del Mesías, quien por supuesto es de la Tribu de Judá.

Israel fue cortado del olivo natural pero será re injertado en él.

Volvamos al profeta Oseas, quien dirigió su profecía a la Casa de Israel,

Oseas 1:10 Con todo, será el número de los hijos de Israel como la arena del mar, que no se puede medir ni contar. Y en el lugar en donde les fue dicho: Vosotros no sois pueblo mío, les será dicho: Sois hijos del Dios viviente.

Oseas 2:23 Y la sembraré para mí en la tierra, y tendré misericordia de Lo-ruhama; y diré a Lo-ammi: Tú eres pueblo mío, y él dirá: Dios mío.

El Apóstol Pedro por supuesto entendió muy bien el plan de Dios, y les escribió a quienes estaban en la dispersión, a aquel pueblo que se había perdido

1 Pedro 2:9 Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;
2:10 vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia.

La Casa de Israel, fue llevada cautiva por los asirios, y ahí perdieron su identidad, muchos años después Judá también fue llevada cautiva esta vez por los babilonios, pero ello no perdieron su identidad como pueblo, la mantuvieron a pesar de los años y a pesar de estar lejos de su tierra, posteriormente fueron echados de Jerusalén y fueron esparcidos por el mundo, fueron perseguidos, obligados a renegar de su fe, a asimilarse con los pueblos donde iban, pero aún así Judá nunca perdió su identidad, ellos la conservaron a través de los siglos hasta el día de hoy que volvieron a su tierra, pero la casa de Israel, se mezclo con el mundo, absorbieron las culturas de los distintos pueblo donde vagaron y se hicieron parte de ellos, se esparcieron por el mundo, hacia el sur, el norte, el oriente, hacia occidente, hacia Europa, y hacia América, pero no hubo más memoria de ellos como pueblo.

Pero vino el Señor a rescatar lo que se había perdido, y el Señor llama a sus ovejas, y las que son sus ovejas le oyen, Israel se esparció por el mundo, hoy de todo lugar, en todo el mundo el pueblo de Dios oye su voz y le sigue, nosotros somos ese pueblo que se había perdido, y Jesús el pariente más próximo vino en rescate de nosotros, aún cuando fornicamos, aún cuando nos olvidamos del pacto que el Señor hizo con nosotros en el Sinaí, ahí el Señor escribió la Ley en tablas de piedra, por la dureza de nuestro corazón, pero el Señor prometió que sacaría ese corazón de piedra y nos pondría uno de carne y ahí escribiría su ley, en nuestros corazones, y el Señor volverá a juntar a ese pueblo, y ya no habrán más dos pueblos, el Judaísmo que recibió la Tora, y el Cristianismo que recibió al Mesías, serán uno solo, e Israel estará completo, entonces todo Israel será salvo, La casa de Judá, y la casa de Israel, nosotros que nos perdimos en el mundo, que no éramos pueblo, que el Señor no era nuestro Dios, Hemos venido a ser pueblo y el será nuestro Dios para siempre.

Esto es solo la introducción de un tema que es muy amplio, posteriormente podremos enlazarlo con otros temas como lo que hemos ido tratando en los estudios que hemos denominado “El Paganismo en la Cristiandad”, mantente atento a los siguientes post.

2 comentarios:

  1. esa era mi eterna pregunta ¿de perdieron totalmente las 10 tribu de Israel ? Ahora entendí,muchas gracias por aclarar mis preguntas.

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  2. esa era mi eterna pregunta ¿de perdieron totalmente las 10 tribu de Israel ? Ahora entendí,muchas gracias por aclarar mis preguntas.

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