miércoles, 30 de junio de 2010

EL DIEZMO, ¿ES OBLIGACION PAGARLO? III PARTE


Por supuesto Antes de leer esta última parte, leer 1º Parte y 2º Parte


Continuando con el estudio del diezmo entramos ahora a la tercera parte y última, remitiéndonos a lo que nos señala el Nuevo Testamento. Aquí el diezmo es mencionado haciendo alusión a lo que ya hemos estudiado, veamos:

"¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello". (Mateo 23:23)

Lucas 11:42 se refiere al mismo pasaje descrito por Mateo,

Lucas 18:12 El Señor habla en parábola sobre un fariseo que menospreciaba a un publicano que oraba, destacando que el ayunaba y diezmaba cumpliendo la ley de Dios, a lo que el publicano solo decía “Dios, sé propicio a mí, pecador”.

Posteriormente vuelve a aparecer el diezmo en el capítulo 7 del libro de Hebreos pero ello hace alusión al diezmo que Abraham entregó a Melquisedec, y que estudiamos en la primera parte de este estudio.

El Tema de la ofrenda es un tema distinto del diezmo, es importante dejar absolutamente claro que este artículo en ninguna manera propicia algún sentimiento de avaricia o de mezquindad, la intención es aclarar el tema para que sinvergüenzas no saquen provecho que quienes desconocen el tema e incautamente son presa de ellos.

La ofrenda es un acto de amor, y por supuesto que si tú amas la obra del Señor, colaborarás con tus bienes o tu dinero para contribuir con tu congregación o con tu comunidad en ayuda a los más desvalidos, eso no tiene un porcentaje, puede ser según hayas prosperado, o puede ser más allá de tus fuerzas, si tu lo estimas así, no es una obligación.

Tal es el caso que describe Pablo a los corintios sobre la iglesia en Macedonia:

“Asimismo, hermanos, os hacemos saber la gracia de Dios que se ha dado a las iglesias de Macedonia; que en grande prueba de tribulación, la abundancia de su gozo y su profunda pobreza abundaron en riquezas de su generosidad. Pues doy testimonio de que con agrado han dado conforme a sus fuerzas, y aun más allá de sus fuerzas” (2 Corintios 8:1-3)

Distinto es el caso que se expone en el capítulo 5 del Libro de los Hechos donde un hombre llamado Ananías y su esposa Safira tenían otras intenciones en sus corazones distintas de la de los apóstoles que se describen en el capítulo 4 del libro de Hechos,

“Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común. Y con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y abundante gracia era sobre todos ellos. Así que no había entre ellos ningún necesitado; porque todos los que poseían heredades o casas, las vendían, y traían el precio de lo vendido, y lo ponían a los pies de los apóstoles; y se repartía a cada uno según su necesidad. Entonces José, a quien los apóstoles pusieron por sobrenombre Bernabé (que traducido es, Hijo de consolación), levita, natural de Chipre, como tenía una heredad, la vendió y trajo el precio y lo puso a los pies de los apóstoles”. (Hechos 4:32-37),

Esta escena, es la imagen ideal no solo para la iglesia sino para la humanidad, el Señor había dado todo por ellos, y ellos estaban dispuestos a dar todo también, incluso muchos de ellos llegaron a dar su vida por amor del Señor.

El caso de Ananías y Safira, no estaba acorde al espíritu que tenía la iglesia, intentaron imitar una acción de un corazón sincero como el de Bernabé, su intención no era genuina, su intensión era engañar al Espíritu Santo, mostrando una falsa piedad, lo suyo no fue un acto de amor. Si damos nuestros bienes y nuestros recursos, en lo personal sé que muchos lo hacen así, es un acto desinteresado, pues como ya expusimos en la primera parte de este estudio, en Abraham ya hemos sido bendecidos por la fe. Esto es un acto de amor, como dice Pablo a los corintios si no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe (1 Corintios 13), Puedo dar mucho dinero, pero si la intensión de mi corazón no es recta delante del Señor de nada sirve. Tal como describe el Señor en el relato de Marcos:

“Y les decía en su doctrina: Guardaos de los escribas, que gustan de andar con largas ropas, y aman las salutaciones en las plazas, y las primeras sillas en las sinagogas, y los primeros asientos en las cenas; que devoran las casas de las viudas, y por pretexto hacen largas oraciones. Estos recibirán mayor condenación. Estando Jesús sentado delante del arca de la ofrenda, miraba cómo el pueblo echaba dinero en el arca; y muchos ricos echaban mucho. Y vino una viuda pobre, y echó dos blancas, o sea un cuadrante. Entonces llamando a sus discípulos, les dijo: De cierto os digo que esta viuda pobre echó más que todos los que han echado en el arca; porque todos han echado de lo que les sobra; pero ésta, de su pobreza echó todo lo que tenía, todo su sustento”. (Marcos 12:38-44)

El apóstol Pablo les dice a los corintios:

“En cuanto a la ofrenda para los santos, haced vosotros también de la manera que ordené en las iglesias de Galacia. Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas”. (1 Corintios 16:1-2)

La palabra utilizada aquí para ofrenda es la palabra griega Logeía, que significa contribución, es decir la ayuda, colaboración o participación en el logro de un fin.

El Mismo apóstol Pablo en su carta a los Romanos les escribe:

“Mas ahora voy a Jerusalén para ministrar a los santos. Porque Macedonia y Acaya tuvieron a bien hacer una ofrenda para los pobres que hay entre los santos que están en Jerusalén”. (Romanos 15:25-26).

La palabra utilizada aquí para ofrenda es Koinonía, que significa participación, ayuda, compañerismo, ofrenda.

El diezmo no aparece en ninguna parte en cuanto a la recolección de dinero, la ofrenda, como ya se ha dicho, es un acto de amor del cual todos podemos ser partícipes. En mi país fuimos víctimas de un terremoto devastador hace algunos meses, y verdaderamente nuestro espíritu se regocijó al poder ayudar y contribuir con quienes perdieron todo, ayudar a tu prójimo con tus bienes ciertamente es una gran bendición, pues nace del corazón, entonces cuanto más ayudar en tu congregación para que el nombre del Señor sea conocido, OJO, EL NOMBRE DEL SEÑOR, no que el nombre de la congregación, o el nombre del “ungido de Dios” se haga conocido.

El libro de Proverbios dice: La dádiva del hombre le ensancha el camino” (Proverbios 18:16) Dádiva es la palabra hebrea matán que se refiere a “lo que se da”. También la dádiva, lo que tu des, ensanchará tu camino, eso es así, también serás bendecido si das, pero pesa tu corazón al respecto.

Tengo la convicción que aún con todos los antecedentes expuesto aquí muchos cerrarán sus ojos y se negarán a aceptar una verdad a la cual siempre han estado ciegos, mi intención es exponer bíblicamente los antecedentes, ¿con estoy diciendo que debemos cerrar nuestra mano?, de ninguna manera, las escrituras nos enseñan que la dadiva abre caminos, y es importante que seamos dadivosos, es importante que aportes tus recursos con un corazón recto delante del Señor, eso es beneficioso.

El tema que se expone aquí es para desenmascarar a los falsos ministros que manipulan las escrituras para engañar al pueblo de Dios sobre un tema tan delicado como es el dinero, por supuesto que ellos dedicaran mucho tiempo a hablar sobre los diezmos, pues su corazón está orientado a satisfacer sus deseos carnales, y sabemos muy bien que esos recursos no son precisamente para ayudar a la congregación, ni para ayudar a que nadie tenga necesidad, o ayudar a los pobres de su comunidad, sabemos que muchos si lo hacen, y eso el Señor lo sabe, pero para muchos también su único objetivo es enriquecerse y saciar sus deseos sin mostrar misericordia hacia nadie, y lamentablemente extraviándose absolutamente de la fe.

El Espíritu Santo a través del Apóstol Pablo nos señala claramente la raíz de todos los males, espero que podamos seguir el buen consejo que quedo plasmado en las escrituras:

“…. toman la piedad como fuente de ganancia; apártate de los tales. Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento; porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto. Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores. Más tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre”. (1 Timoteo 6: 6-11)

2 comentarios:

  1. EL DIEZMO ES UN FRAUDE, VISITAME:

    http://noaldiezmo.blogspot.com/

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  2. Definitivamente los seudopastores , que son muchos , usa el "diezmo" comola manera mas facil de enriquecerse a costa de la IGNORANCIA de sus congregaciones. De alli su agan a tener congregaciones multitudidanarias. No es porque en verdad quieran que el nombfe de CRISTO sea glorificado, sino que contra mas incautos caigan en sus mentiras , mas dinero para ellos. asi de simple. El apostol Pablo que escribio casi la totalidad del nuevo testamento NUNCA le exigio el diezmo a nadie y el dijo "SEAN IMITADORES SE MI COMO YO DE CRISTO" A SI Q yo escucho a PABLO a travez de quien nos habla CRISTO y hago oido sordo a TODAS LAS MENTIRAS q hoy inunda las iglesias sobre todo en el tema del dinero.bendiciones

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