Últimamente hemos visto en diversos lugares del mundo una confrontación entre ambientalistas y capitalistas, ¿el motivo? la preservación del medio ambiente por un lado contra la generación de energía por otro, lo cierto es que el mundo hoy requiere de energía para sustentar todo lo que necesitamos como sociedad para funcionar. En nuestro país tenemos la pugna entre gobierno y grupos defensores de la Patagonia debido a las centrales hidroeléctricas que están proyectadas construirse en la región Aysén, para lo cual se requiere la inundación de aproximadamente 6 mil hectáreas de terreno, lo que supone la generación de energía suficiente para las proyección de crecimiento de nuestro país. Soy conciente que yo mismo soy un consumidor de energía, de luz, calefacción, agua, utilizo computador, celular, televisores, entre otros elementos tecnológicos, los cuales obviamente requieren de energía para su funcionamiento, el problema es ¿como generamos esa energía?, la discusión esta al rojo vivo, los ambientalistas defienden los medios sustentables, como energía eólica o solar, los capitalistas las termoeléctricas o hidroeléctrica, las plantas nucleares parecen ir perdiendo respaldo después de lo ocurrido en Japón con el terremoto que lo azotó en marzo pasado donde las plantas nucleares de Fukushima fueron gravemente dañadas. Mi intensión no es en absoluto defender uno u otro lado, debo confesar que no creo en la paz verde que plantea Greenpeace o los ambientalistas, menos en el capitalismo salvaje que hoy nos gobierna, sin embargo este es un problema que querámoslo o no nos afecta.
El discurso que escucho cada día de las autoridades, y no solo del gobierno de mi país, sino que de la mayoría de los gobiernos a nivel mundial, del FMI, del OCDE, es la necesidad de crecimiento, todos los países tienen esa meta, crecer, crecer al 5%, al 6% sería lo optimo, China ha alcanzado niveles de crecimiento impresionantes alcanzando un 10,7% al final del cuarto trimestre del año 2010. El crecimiento económico trae consigo la ampliación y la creación de nuevas empresas, y esto a su vez la generación de nuevas fuentes de trabajo, el cual por supuesto es una necesidad y el anhelo de toda persona, hasta aquí vamos bien, parece justo crecer económicamente y disponer de fuentes de trabajos para la población. Sin embargo no todo es tan color de rosa, por supuesto que si fuésemos capaces de distribuir de manera equitativa las riquezas que genera este crecimiento económico, los problemas serían menos de los que generan hoy las inmensas desigualdades de una sociedad materialista, avara y egoísta.
La consigna de los gobiernos seguirá siendo el crecimiento económico, crecer, crecer, crecer, ¿hasta cuando y hasta donde?, no lo se, ¿cual es el precio que nos costará ese crecimiento? Creo que el hombre, en la mayoría de los casos, no es del todo consciente del desastre que esta provocando, esta es una maquinaria que ya no hay forma de frenarla, me parece que el hombre ya no tiene el control sobre ella, una vez que se puso en marcha no se detendrá hasta consumir todo a su paso, pero a nosotros lo único que nos sigue importando es crecer, consumir, tener los últimos adelantos, desechar elementos tecnológicos que aunque estén buenos ya no nos sirven, pues hay otros nuevos y mejores, ¿en que momento esta inmensa maquinaria se detendrá? ¿Cuando ya no quede nada por depredar?, ¿cuando la tierra se haya agotado completamente? Hoy he leído en los periódicos una noticia verdaderamente sorprendente, un joven chino de 17 años fue capaz de vender un riñón con la finalidad de adquirir un Ipad 2 y Notebook!!! , creo que esto es el fiel reflejo de una sociedad que tiene todos sus valores absolutamente trastocados, nuestro horizonte como sociedad se ha nublado absolutamente, parece que somos presa fácil de las grandes corporaciones que en verdad son amos del mundo, condicionando hasta la conducta de los hombres, por los insanos deseos de personas, como en este caso, de adquirir algún elemento tecnológico de última generación, no solo estamos destruyendo la tierra, nos estamos destruyendo como sociedad, bajo el espejismo de que aquello nos hará feliz, de que tendremos una vida más acomodada y mejor.
La tierra originalmente fue concebida de manera armoniosa, en la cual no debiésemos tener problemas para suplir nuestras necesidades, sin embargo hoy, como en ningún otro periodo de la historia, somos capaces de destruir todo es pos del crecimiento.
Al hombre se le dio un tiempo determinado para administrar la tierra, a todas luces no ha resultado un buen administrador, el tiempo se agota y muy pronto este orden que hoy conocemos se derrumbará irremediablemente, recordemos las palabras de nuestro Mesías, las que no quedarán sin cumplirse:
"oíd otra parábola: Hubo un hombre, padre de familia, el cual plantó un viña, la cercó de vallado, cavó en ella un lagar, edificó una torre, y la arrendó a unos labradores, y se fue lejos. Y cuando se acercó el tiempo de los frutos, envió sus siervos a los labradores, para que recibiesen sus frutos. Más los labradores, tomando a los siervos, a uno golpearon, a otro mataron, y a otro apedrearon. Envió de nuevo otros siervos, más que los primeros; e hicieron con ellos de la misma manera. Finalmente les envió su hijo, diciendo: Tendrán respeto a mi hijo. Más los labradores, cuando vieron al hijo, dijeron entre sí: Este es el heredero; venid, matémosle, y apoderémonos de su heredad. Y tomándole, le echaron fuera de la viña, y le mataron. Cuando venga, pues, el señor de la viña, ¿que hará a aquellos labradores? le dijeron: A los malos destruirá sin misericordia, y arrendará su viña a otros labradores, que le paguen el fruto a su tiempo" (Mateo 21:33-41)
El hombre en la administración de esta viña que es el mundo, no ha hecho más que depredarla y destruirla, y más encima ha rechazado absolutamente al Señor de la viña, ignorando su consejo en la forma como debe administrar la viña, las consecuencias están a la vista, la tierra el Señor solo la ha dejado en arriendo al hombre, pues la viña nunca ha dejado de ser de Él, las escrituras dicen:
"Ejecutad, pues, mis estatutos y guardad mis ordenanzas, y ponedlos por obra, y habitaréis en la tierra seguros; y la tierra dará su fruto, y comeréis hasta saciaros, y habitaréis en ella con seguridad..." (Levítico 25:18-19)
Como ya lo mencionamos la tierra no pertenece al hombre, este solo la tiene en arriendo, como lo menciona el libro de Mateo en el pasaje antes citado, el hombre debía administrarla sabiamente, lamentablemente ha resultado un pésimo inquilino, las escrituras también nos hablan de esta realidad:
"La tierra no se venderá a perpetuidad, porque la tierra mía es; pues vosotros forasteros y extranjeros sois para conmigo. (Levítico 25:23).
Hoy los valores, por llamarlos de algún modo, que dominan las acciones humanas son la avaricia y el egoísmo, destruimos la tierra en pos de un crecimiento que a fin de cuenta sirve para enriquecer aun más a los poderosos, quienes se han encargado de crear necesidades ficticias en la población, sometiéndolos de este modo a una sutil esclavitud, que podríamos denominar, consumismo, provocando acciones tan extremas y desquiciadas como la del joven chino que citamos anteriormente, es verdad a todos nos gustan los avances tecnológicos, pero quizás es hora de abrir nuestros ojos y salir del embrujo mediante el cual las grandes corporaciones nos engañan y nos manejan. Los científicos proyectan para el próximo año explosiones solares que eventualmente podría provocar graves daños en todos nuestros sistemas de comunicaciones y dejar inutilizada toda nuestra red tecnológica, ¿Que haremos si estas predicciones científicas se hacen realidad? ¿Significa el fin de nuestra civilización?, que ocurrirá con la producción, y las proyecciones de crecimiento, en lo cual esta basado nuestro sistema económico y todo nuestro sustento, ¿Nos quedaría confiar entonces solamente en el sustento de nuestro Dios? al parecer ante un evento de estas características no nos quedaría otra opción, aunque sabemos muy bien que la gran mayoría seguirá resistiéndose a esta idea...
"El Séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos. Y los veinticuatro ancianos que estaban sentados delante de Dios en sus tronos, se postraron sobre sus rostros, y adoraron a Dios, diciendo: Te damos gracias, Señor Dios Todopoderoso, el que eres y que eras y que has de venir, porque has tomado tu gran poder, y has reinado. Y se airaron las naciones, y tu ira ha venido, y el tiempo de juzgar a los muertos, y de dar el galardón a tus siervos los profetas, a los santos, y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y de destruir a los que destruyen la tierra" (Apocalipsis 11:15-18)
Mientras el hombre solo piensa en crecer y crecer, la sentencia del Señor ya se ha dictado...
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