lunes, 29 de marzo de 2010

UN VERDADERO PROFETA, JEREMÍAS.


A raíz de la proliferación de mentirosos que surgen del espectro evangélico, como este mal llamado Profeta Ronny Chávez, es que nace la necesidad de hablar sobre los verdaderos profetas del Señor, no es que sea una norma pero la mayoría sufrieron el rechazo del pueblo debido a que debían proclamar las verdades del Señor, verdades que están en franca oposición a los anhelos del mundo, las escrituras nos dicen acerca de estos hombres:

“ Otros experimentaron vituperios y azotes, y a más de esto prisiones y cárceles.
Fueron apedreados, aserrados, puestos a prueba, muertos a filo de espada; anduvieron de acá para allá cubiertos de pieles de ovejas y de cabras, pobres, angustiados, maltratados;
de los cuales el mundo no era digno; errando por los desiertos, por los montes, por las cuevas y por las cavernas de la tierra”. (Hebreos 11:36-38)

Uno de estos profetas fue Jeremías, quien hoy es considerado uno de los profetas más grande de la Biblia, pero no siempre se le consideró así, en su propio tiempo fue despreciado debido a que su mensaje no estaba acorde con los intereses de los líderes políticos, religiosos y del pueblo a quienes estos dirigían, a pesar de eso hoy es considerado uno de los más grandes profetas, pero aún así choca frontalmente con los ideales actuales, si lo miramos con el prisma de los lideres religiosos actuales la vida de Jeremías es un completo fracaso, Jeremías era de una personalidad más bien tímida, muy distinta a la de otros profetas, lejos del poder de Elías, de la elocuencia de Isaías o Ezequiel o el carisma de Daniel, Jeremías era un tipo tímido, quizás apocado, conciente de su inutilidad, necesitado de un amor que nunca conocería.

" Vino, pues, palabra de Jehová a mí, diciendo:
Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones.
Y yo dije: ¡Ah! ¡ah, Señor Jehová! He aquí, no sé hablar, porque soy niño.
Y me dijo Jehová: No digas: Soy un niño; porque a todo lo que te envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande. (Jeremías 1:4-7)

Hoy existen muchas circunstancias que hacen del libro de Jeremías muy actual, su mensaje está más vigente que nunca, Jeremías profetizó en Israel hace aproximadamente 2.600 años, sin embargo por expresar el mensaje de Dios, Jeremías sufrió en su vida toda clase de privaciones, pobreza, fue encarcelado, abandonado en una cisterna, fue rechazado por su familia, sus amigos, quedo absolutamente solo por causa de la palabra de Dios, fue tanto lo que sufrió que llegó un momento en el cual ya no quiso volver a hablar del Señor.

“ Me sedujiste, oh Jehová, y fui seducido; más fuerte fuiste que yo, y me venciste; cada día he sido escarnecido, cada cual se burla de mí.
Porque cuantas veces hablo, doy voces, grito: Violencia y destrucción; porque la palabra de Jehová me ha sido para afrenta y escarnio cada día.
Y dije: No me acordaré más de él, ni hablaré más en su nombre; no obstante, había en mi corazón como un fuego ardiente metido en mis huesos; traté de sufrirlo, y no pude”. (Jeremías 20:7-9)

Hoy vemos por televisión e Internet congregaciones exitosas, colmadas de gente que a la vista del mundo son sinónimo de éxito y avivamiento, este éxito es a vista de los hombres pero no a la vista de Dios. Según la percepción de hoy Jeremías sería un completo fracaso como persona y como ministro de Dios, pues el pueblo al que hablaba ni siquiera hacía caso de sus palabras:

Y dijeron: Venid y maquinemos contra Jeremías; porque la ley no faltará al sacerdote, ni el consejo al sabio, ni la palabra al profeta. Venid e hirámoslo de lengua, y no atendamos a ninguna de sus palabras”. (Jeremías 18:18)

“Y cuando terminó de hablar Jeremías todo lo que Jehová le había mandado que hablase a todo el pueblo, los sacerdotes y los profetas y todo el pueblo le echaron mano, diciendo: De cierto morirás”. (Jeremías 26:8)

Tal como Jeremías en su tiempo, hoy sucedería exactamente lo mismo, si se levanta un verdadero profeta y habla las verdades de Dios, si así ocurriera, lo más probable es que sufra lo mismo que vivió Jeremías.

Jeremías anuncio el nuevo pacto que el Señor establecería entre El y su pueblo:

“He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá.
No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos, dice Jehová.
Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo.
Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado”. (Jeremías 31:31-34).

A nosotros nos fue dado el comunicar este nuevo pacto, el evangelio, las buenas nuevas del Señor, no debes preocuparte si tu congregación es insignificante en comparación a estas mega iglesias que hoy se han llenado de apostasía y se han olvidado de predicar la verdad del evangelio, y solo se han dedicado a quedar bien con el mundo olvidándose del motivo de su misión, lo importante es que te instruyas en la verdad, y no en la mentira de estas iglesias actuales, no es el mismo prisma con el que ve el mundo al prisma con el que ve el Señor, el camino que lleva a la vida eterna es Angosto, es lamentable pero las mega iglesias están siguiendo un falso evangelio, un camino muy distinto del que lleva a la vida eterna, preocúpense que la verdad del evangelio sea proclamado.

“ Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias,
y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas”. (2 Timoteo 4:3-4).

Las escenas que vemos hoy día, y en particular la triste escena del falso profeta Ronny Chávez, en su “profecía” a Chile, es casi la misma, Jeremías los instaba a rendirse a Babilonia, o rendirse a la voluntad del Señor, mientras los falsos profetas, decían que el Señor entregaría a su enemigo en sus manos, que les daría la victoria, que los haría prosperar, la realidad fue muy distinta a la descrita por los falsos profetas.

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