Posterior a Josué Israel va a ir cayendo en una espiral de decadencia, y el pueblo va a pedir que un rey gobierne sobre ellos, Saúl será ungido como Rey, pero su reino no ha de perdurar, será el reinado de David de la tribu de Judá quien va a perpetuar su reinado, hasta la venida de Siloh, como lo había profetizado Jacob en su lecho de muerte, YHVH establece un pacto con David, como lo hizo con Abraham, y de su descendencia ha de establecerse la paz, el reposo, para todo su pueblo, ha de venir Siloh y a Él han de congregarse los pueblos.
Sin embargo el legado de David va a quebrarse debido a la desobediencia de su hijo Salomón
La congregación de Israel, el pueblo que había permanecido unido en sus doce tribus, va a romperse en esa unidad, para convertirse en dos pueblos.
LA CASA DE ISRAEL, o Reino del Norte, y LA CASA DE JUDA o el Reino del Sur.
Ahora ya no es uno, son dos el pueblo de YHVH, de uno ha de venir el Rey, de la casa de Judá, del otro de la casa de Israel, llamada también Efrain, ha de venir la multiplicación de naciones, naciones que han de congregarse en torno al Rey.
Pero para que ello llegue a cumplirse, deberán ocurrir muchos acontecimientos, que comenzaremos a analizar, en los siguientes capítulos, no te pierdas la continuación de esta saga, continuaremos sacando a la luz aquellos tesoros que hasta ahora han permanecido ocultos, y hemos de descubrir en esta serie, que la historia de Israel, es tu historia.
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