“Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre”. (Mateo 24:37) aquellas fueron las palabras que nos dejó nuestro Mesías, cuando sus discípulos le preguntaron sobre las señales de su venida, y es precisamente así como son nuestros días, en la antigüedad los hombres buscaron alzarse en contra de YHVH, colocando los cimientos de una civilización en total oposición a YHVH, que permitieron que los hombres desviaran sus corazones y se alzaran en su contra, tal como en el pasado donde los hombres hablaron un mismo idioma, los hombres adhirieron a un mismo relato que interpretó sus deseos alterando el curso natural de lo que estaba establecido por Adonay.
La entrada a la modernidad en la historia significó el establecimiento de los cimientos, ladrillo por ladrillo, de la sociedad que hoy tenemos ante nuestros ojos, lo que nos ha llevado a que nuestra sociedad sea tal como en los días de Noé, en nuestros días estamos alcanzando el climax el cual es la total transgresión de los hombres y la irrupción de nuestro Mesias en la historia y el final establecimiento de su reino, el cual ha de cubrir toda la tierra.