martes, 1 de agosto de 2023

El Retorno de los Expatriados, VIII Parte, Las raíces de nuestra fe


 “He oído a Efraín que se lamentaba: Me azotaste, y fui castigado como novillo indómito; conviérteme, y seré convertido, porque tú eres YHVH mi Dios. Porque después que me aparté tuve arrepentimiento … me avergoncé y me confundí, porque llevé la afrenta de mi juventud. ¿No es Efraín hijo precioso para mí? … ciertamente tendré de él misericordia, dice YHVH. (Jeremías 31:16-20)

La promesa de YHVH es que seria el Dios de la descendencia de Abraham por todas las generaciones y su palabra se ha cumplido, YHVH tuvo misericordia de Efrain, y ese pueblo que no era pueblo, aquellos que estaban alejados de la ciudadania de Israel y ajemos a los pactos de la promesa, se les dio vida juntamente con su rey y Mesias, ha llegado el tiempo de la restauración del reino de Israel, pasados los dos días y una vez que el cielo ha recibido a nuestro mesías hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, YHVH es el Dios de la descendencia de Abraham, y ha llegado el tiempo del retorno de quienes fueron expatriados.

Efraín es el hijo precioso, aquel hijo que se fue por el mundo, y que el padre al verlo de lejos corrió a recibirlo, y donde debemos hacer fiesta, porque lo que se había perdido fue hallado, porque aquel hijo que estaba muerto, ha vuelto a la vida.