La historia nos ha demostrado que aquellos países que han abrazado un ideología marxista, muy lejos de alcanzar aquellos ideales mesiánicos que se proclaman desde sus escritos, han terminado abrazando la miseria y el infierno. La pregunta es clara ¿Por qué el comunismo lleva a los pueblos hacia la miseria? Y sobre todo en las mentes más jóvenes ¿Por qué esta ideología esta hoy continua seduciendo?
El marxismo se ha levantado como un usurpador de aquel lugar que le corresponde a nuestro Mesías, y se yergue frente al mundo como su redentor, quien a de traer la solución a los problemáticas que aquejan a la humanidad, y nos ha de llevar hacia el establecimiento del paraíso terrenal, encarnado en un estado comunista.
En esta lógica, los pueblos han salido a las calles en busca de derechos, buscando su propia justicia, en completa oposición a Dios, señalando
«¡Hagamos pedazos sus cadenas! ¡Librémonos de su yugo!»
La sentencia de Dios contra ellos es clara, debido a su desobediencia, y aunque ellos insistan en su empeño, y aunque intenten reedificar lo que se ha arruinado, YHVH de los ejércitos ha dicho:
Ellos edificarán, y yo destruiré;y les llamarán territorio de impiedad, y pueblo contra el cual YHVH está indignado para siempre”. (Malaquias 1:3-4)