El libro de Levítico en su capítulo 23 nos deja instrucciones bien específicas respecto de las fiestas solemnes de YHVH, las cuales hemos de proclamar como santas convocaciones, las instrucciones serán por estatuto perpetuo, por nuestras edades en dondequiera que habitemos. Moisés e Israel obedecieron el mandato de YHVH y practicaron año tras año las festividades que El les había señalado, aquellas no son festividades judías como muchos hoy las entienden, aunque sí podemos señalar que ellos las han guardado hasta nuestros días, estas son las fiestas solemnes de YHVH, y deben ser guardadas por su pueblo, donde quiera que habite, los hijos de Israel las celebraron en el desierto año tras año, en aquel momento sin comprender el profundo significado de cada una de ellas. Estas celebraciones comienzan con la observación del Shabbat que corresponde a la observación del séptimo día, pues siete son los días de la creación, siete los días de la semana, siete días el periodo de nuestra existencia como humanidad, por lo tanto también son siete las festividades que YHVH nos ha mandado a observar como estatuto perpetuo.
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